Agentes de la Policía Nacional han ratificado en el juicio que se celebra por el atropello masivo en una boda en Torrejón de Ardoz que no se hallaron casquillos de bala que indicaran posibles disparos contra el procesado pero sí se localizaron al menos cuatro navajas entre los coches que había en el escenario de la masacre.

El juicio contra Michael Da Silva, quien se enfrenta a 226 años de prisión y a peticiones de prisión permanente revisable, ha contado este martes con las comparecencias de varios agentes de la Policía Nacional de Torrejón que acudieron a la zona como apoyo ante la gravedad de los hechos.

Varios indicativos que se encontraban esa noche en el marco de un dispositivo de seguridad desplegado en discotecas fueron requeridos ante lo que podía ser un tiroteo en el exterior del restaurante 'El Rancho', donde la noche del 6 de noviembre de 2022 en esos momentos se celebraba el convite de una boda con unos 200 invitados.

Los agentes se encontraron con un escenario grotesco, un autentico "caos"

A su llegada, los agentes se encontraron con un escenario grotesco, un autentico "caos", como han descrito, con cuerpos tirados por el suelo, sangre, restos corporales, gente gritando y muchas personas heridas de gravedad que tuvieron que ser auxiliadas en un primer momento por los policías hasta la llegada del hospital de campaña.

Los testigos indicaron a los agentes que se había producido un atropello e identificaron al autor, que había huido del escenario del crimen. Según los testimonios, 'El Portugués' no había sido invitado a la boda y no se quería ir. Una vez en el exterior, le bloquearon la salida, momento en el que se produjo el atropello. En una zona próxima, se halló el faldón del coche con la matrícula del vehículo que correspondía con el señalado.

En la inspección del lugar, los policías no hallaron ninguna evidencia de que se hubiera producido un tiroteo, en contra de la versión del acusado, que mantiene que huyó debido a que le estaban disparando. Lo que sí hallaron fueron al menos cuatro navajas que habían tirado los asistentes a la llegada de los dispositivos de seguridad. Los efectos fueron depositados en la comisaría de Policía Nacional e Torrejón de Ardoz. Los agentes también tuvieron que intervenir para frenar a invitados que llevaban gente fallecida en sus coches, siendo increpados por éstos en muchos casos.

Existen grabaciones que descartan que se produjeran incidentes previos al atropello

Este pasado lunes, la Sala visionó los vídeos que grabaron los cámaras contratados por los novios para captar la celebración, unas grabaciones que descartan que se produjeran incidentes previos al atropello. Está previsto que el acusado declare el próximo 29 de mayo, cuando concluya la prueba testifical y pericial. Tras su comparecencia, tendrán lugar los informes finales de las partes y la última palabra del procesado.

El fiscal solicita para 'El Portugués' 226 años de prisión por cuatro delitos de asesinato y nueve de intento de asesinato. Los abogados de la acusación piden prisión permanente revisable al tratarse de un atropello mortal con más de una víctima. El pasado viernes, el jurado popular escuchó el relato de varios testigos presenciales, familiares de las víctimas mortales. "Quiero justicia. Nos han destrozado la vida", clamó el hijo de uno de los muertos, quien buscó a su padre entre los fallecidos.

La mujer del procesado manifestó en la anterior sesión que tanto ella como sus hijos estaban invitados al convite y que fue el padre del novio quien acudió a casa de su padre para invitarles personalmente. Su marido fue a la celebración para cuidar a uno de sus hijos al sufrir problemas mentales, indicando la testigo que una persona le quitó a su hijo un vaso en la boda y ahí comenzó el conflicto.

El atropello mortal el 6 de noviembre de 2022

Los hechos se produjeron la madrugada del 6 de noviembre de 2022, cuando 'El Portugués' acudió a la celebración de una boda en el restaurante 'El Rancho' de Torrejón de Ardoz en compañía de dos hijos suyos menores de edad y de dos sobrinos. Durante la celebración, uno de los menores protagonizó un incidente con alguno de los invitados, lo que motivó que se le indicara al acusado que abandonara el lugar junto con las personas que le acompañaban.

Fue entonces cuando el procesado se enfrentó a varios de los allí presentes, hasta que una vez en el exterior del establecimiento, se dirigió en compañía de sus hijos y sobrinos al vehículo de su propiedad que tenía aparcado en las inmediaciones.

Tras ponerse al volante aceleró el motor "a sabiendas de la presencia de las personas allí congregadas con motivo de los hechos y con total voluntad de causarles la muerte o asumiendo la posibilidad de que ello sucediera", arrolló a varios de ellos, ocasionando la muerte de cuatro personas: I. M. S., C. R. B., J. M. R. V. y C. B. S.