Terrazas de otoño para estar fuera a gustito sin pasar frío

Corren buenos tiempos para los amantes del terraceo: las terrazas ya no son solo para verano. Y no lo decimos por el cambio climático. Año tras año aumenta el número de locales que acondicionan sus 'pequeños oasis urbanos' para dar calor y desafiar a las temperaturas hasta en los días más fríos. Una tendencia que en Madrid está a la orden del día y que permite a los apasionados de las terrazas tomarse el vermú, el vino o la caña del aperitivo 'al aire libre' sin renunciar al calorcito de los que prefieren estar dentro. Acristaladas, acondicionadas con setas caloríficas, climatizadas, con chimeneas o dotadas con todo tipo de mantas, te proponemos ocho direcciones que se adaptan a todos los gustos.

Con un techo que se abre o se cierra según el tiempo que haga, apta para fumadores y con música en directo las noches de miércoles a sábado y los domingos al mediodía, la terraza del restaurante Saporem de Ventura de la Vega, en el barrio de Las Letras, es uno de esos espacio "con mucho encanto" en Madrid. Aquí la comida está buena, la sangría es de las de verdad, tienen una barra de coctelería y los precios son aptos para todos los bolsillos.

Lleva abierto poco más de seis meses y en este tiempo Tatel se ha convertido en un secreto a voces. Todos los foodies de Madrid quieren conocerlo. Será por su ambiente, por su carta diseñada por Nino Redruello o por los socios que tiene detrás (Pau Gasol, Rafa Nadal y Enrique Iglesias están metidos en este proyecto). La buena noticia es que Tatel cuenta con una zona acristalada abierta al exterior que en invierno cierra y permite disfrutar, con vistas a la Castellana, tanto de su gastronomía como de sus cócteles de autor inspirados en los Años 20, de su música y ambiente y de su recién estrenado 'T de TATEL' para las tardes. Una merienda al más puro estilo british para disfrutar en las tardes más frías (de lunes a sábado de 17 a 20 horas).

La fabada asturiana es la protagonista de este espacio. Un plato de esos que apetecen en los días fríos y que aquí elaboran con fabes de la granja asturiana y un nuevo compango (chorizo, morcilla y panceta) artesanal con embutidos de la Pola de Allende. Como todos los platos de su carta, la fabada de Asgaya puede degustarse en su terraza de 100 metros cuadrados, cubierta y totalmente climatizada. Cocina asturiana con guiños a otras regiones, raciones abundantes y productos de primera.

Abundante vegetación, pequeñas mesas, una chimenea y mucho encanto. Así es el patio techado del restaurante El Patio del Fisgón. Un coqueto rincón que se esconde en el barrio de Salamanca detrás de una pequeña fachada que no llama mucho la atención. El patio de este moderno bistró ocupa el espacio de unas antiguas cocheras que han sido reconvertidas. Esta es una de las direcciones a tener en cuenta para tomar el brunch los domingos y descubrir sus deliciosas pizzetas, hamburguesas y sándwiches este invierno.

Porque los amantes de las terrazas también viven en las afueras de Madrid, la de Café Pino, en la Plaza de la Moraleja, es ideal para combatir las largas y frías tardes de invierno. Totalmente acondicionada para sobrevivir a las bajas temperaturas (tiene mantas para los más frioleros), la terraza de Café Pino es un espacio semiacristalado en el que se puede tomar el primer café de la mañana, comer, merendar, copetear por la tarde y probar, a cualquier hora del día y durante todo el año, los helados artesanos de su heladería Gelati Pino.