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Los monasterios que ofrecen retiros espirituales han notado un aumento en sus visitantes durante los últimos meses. Puede ser que la incertidumbre provocada por la pandemia del coronavirus haya conducido a más personas a buscar un remanso de tranquilidad.
En España hay más de 600 monasterios que ofrecen un servicio de hospedería, aunque alojarse en ellos no siempre es fácil: muchos requieren una recomendación previa y solo admiten a varones. Aunque eso sí, si logras alojarte en ellos conseguirás contactar con tu yo interior a través del silencio y la naturaleza.
Los retiros en monasterios no son solo para católicos, sino que es bienvenida cualquier persona que quiera alejarse del bullicio de la ciudad y sea respetuosa con la vida y las rutinas de los monjes. En algunas ocasiones estos monasterios solo ofrecen hospedaje, mientras que en otras permiten compartir los quehaceres tradicionales con los monjes.
Te seleccionamos cinco de los monasterios más interesantes en los que hacer un retiro.
El hospedaje en Santa María de Guadalupe se asemeja más a un hotel que a un retiro, aunque igualmente es digno de mención en esta lista.
El monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1993 alberga en su interior una amalgama de estilos: gótico, mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. El servicio de hospedaje ofrece 47 habitaciones con acceso a Internet, áreas de descanso, comedores y parking. Uno de sus mayores atractivos es su cocina, en la que sirven platos tradicionales extremeños y de kilómetro 0.
A pesar de las comodidades modernas, alojarse en este monasterio invita a la introspección debido a su ubicación y gran valor histórico.
El Monasterio de Yuste es uno de los más conocidos fuera de las fronteras de nuestro país, ya que fue donde se alojó el emperador Carlos I de España y V de Alemania para pasar los últimos días de su vida. Por ello, hizo construir una casa-palacio para que pudiera alojarse junto a su séquito.
Actualmente, el monasterio ofrece servicio de hospedaje, pero se aceptan pocas solicitudes y solo se pueden alojar varones. Asimismo, los visitantes están obligados a participar en las tareas del monasterio y acudir a los oficios religiosos.
El conjunto está compuesto de dos monasterios yuxtapuestos en torno a dos claustros, la iglesia y la zona de las celdas. También cuenta con una impresionante botica del siglo XVIII y una biblioteca con más de 160.000 títulos. Asimismo, el claustro del Monasterio de Santo Domingo de Silos es una de las obras maestras del románico español.
Tan solo los varones pueden alojarse en este monasterio, uno de los más importantes de España. Los huéspedes podrán decidir asistir o no a la oración, aunque sí que deberán cumplir con los horarios de comedor, respetar el clima espiritual de la comunidad y no estar más de ocho días alojado. Asimismo, tendrá la oportunidad de presenciar los oficios en canto gregoriano.
El Monasterio de San Salvador de Leyre es uno de los conjuntos monásticos más importantes de España por su relevancia histórica y arquitectónica. Asimismo, algunos oficios litúrgicos cuentan con cantos gregorianos, todo un placer para los sentidos, y más teniendo en cuenta que los monjes benedictinos del monasterio han grabado varios repertorios gregorianos.
Los visitantes podrán alojarse en una de las dos hospederías. La primera funciona como un hotel de 32 habitaciones con restaurante y wifi. La otra, en cambio, ofrece una experiencia monástica en toda regla, aunque solo para varones.
Los huéspedes del retiro espiritual deberán respetar el horario y régimen de comidas y participar en las actividades de los monjes.
El Real Monasterio de Santa Maria de Poblet, en Tarragona, constituye el prototipo de abadía cisterciense española y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1991. Además, tuvo su época de esplendor durante la Corona de Aragón, cuando fue panteón real durante más de un siglo.
Como el Monasterio de Leyre, también cuenta con dos hospederías: una exterior de 32 habitaciones que funciona como un hotel y otra integrada en la clausura y solo apta para hombres.
Los que quieran realizar un retiro espiritual deberán seguir todas las rutinas de la comunidad, adaptarse al régimen de comidas y participar en los oficios litúrgicos.