Uno de los principales defensores de esta iniciativa es Jean-Christophe Vitale, el alcalde de Tignes, la localidad en la que se encontrará el resort: "El glaciar de la Grande Motte (donde se solía esquiar antes todo el año) ya ha perdido el 30% de su hielo, por lo que hemos decidido crear una pista de esquí cubierta", ha explicado.
El proyecto, que se espera que comience a partir de 2018, ya ha recibido enormes críticas por parte de los grupos ecologistas. Alegan que no respeta el ecosistema montañoso y que se está tendiendo a una 'disneylandización' de las estaciones de esquí. Insisten en que no solo se quiere hacer una pista cubierta, sino un recinto donde practicar surf y un centro comercial.
El snowdome "utilizará energía hidroeléctrica de la presa de la ciudad, paneles solares en el techo y una caldera de biomasa", tal y como informa Nevasport. La idea es que en invierno se utilice la nieve real de la montaña, y solo se fabrique artificialmente en verano, lo que supondrá un extra de gasto energético.
*Imagen (1): La recreación del proyecto presentada por los promotores
*Imagen (2): Ski Dubai, la actual pista de esquí cubierta más grande del mundo