¿Quién dijo que sin playa no hay diversión? París ha tenido una idea que sin duda querremos copiar las regiones de interior del resto de Europa: un cine flotante con barcas eléctricas para enamorarse en plena pandemia por el coronavirus. Por supuesto han tenido en cuenta la distancia de seguridad a la hora de disponer los ‘asientos’ de los clientes sobre el agua. Si hubiera un premio al plan más romántico del verano, sin duda sería este.
No todo iba a ser malo en este verano atípico… Eso de los espacios cerrados echa para atrás a muchos en medio de una pandemia, pero eso no quiere decir que no podamos ir al cine. La primera proyección, “Le grand bain” (en español Nadando por un sueño), del director francés Gilles Lellouche, fue gratuita. Como podrás imaginar no quedó ni una barca vacía.
La capital francesa no solo está enamorando con su 'Cinéma sur l’eau' (cine sobre el agua), además está llevando a cabo una serie de actividades muy chulas para hacer más llevadero el estío a los parisinos.
El “Paris Plages” que se inauguró el 18 de julio y se extenderá hasta el 30 de agosto si todo va bien. Ofrece eventos culturales, deportivos, educativos y de ocio, algo así como los ‘Veranos de la villa’ madrileños, en su mayoría gratis. Algunos ejemplos son las clases de tai chi al aire libre y la disposición de tumbonas para el uso y disfrute de quien quiera. Eso sí, con algunas regulaciones, como llevar gel hidroalcohólico o respetar la distancia de seguridad.
Todo ello, en el parque Rives de Seine, junto al río Sena, y el Bassin de la Villette, el lago artificial donde se encuentra el cine flotante.