Arrecifes de coral, aguas cristalinas, vehículos restringidos... este verano tienes que ir sí o sí a estas playas limpias y 'eco'. Auténticos paraísos terrenales que tienes muy cerca y que este verano te mereces disfrutar.
Debe su nombre a la cantidad de cadáveres de náufragos que hace tiempo llegaban hasta ella arrastrados por la corriente. Al estar protegida por el Parque Natural de Cabo de Gata, conserva todo su valor paisajístico. No te la puedes perder.
Sa Calobra es el punto de unión del mar, las montañas y el bosque. Pero además de su belleza, esta cala mallorquina guarda otro secreto. Un paseo de unos 300 metros que transcurre entre los acantilados y que lleva a la desembocadura del Torrente de Pareis, y que una vista distinta del paisaje balear.
Aguas color turquesa con nitidez casi perfecta hacen de Ses Illetes un paraje ideal para practicar snorkel y contemplar la fauna marina. Para preservar y cuidar el Parque Natural donde se encuentra, se cobra acceso: entre 4 y 6 euros para coches, y entre 2 y 4 euros, para motocicletas.
Playa Laga está enclavada en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, junto al peñón del Cabo de Ogoño y es una de las playas más salvajes de la costa vizcaína. Con una longitud de 500 metros esta playa es muy frecuentada por turistas.
En la parte suroriental de Formentera se encuentra una de las calas más bonitas del archipiélago balear y una de las consideradas como menos contaminadas. Se caracteriza por su agua cristalina, su pequeña playa de arena y roca blanca y un pequeño varadero de madera que aportan un toque rústico al paisaje.
La pequeña Cala la Barraca, más conocida como El Portitxol, es una de las playas más bonitas y singulares de la costa de Jávea (Alicante). Árboles de cultivo que casi llegan hasta la orilla del mar, pequeñas casas de pescadores y la roca blanca, convierten a esta pequeña playa en uno de los lugares más apreciados por los amantes de la naturaleza.
Situada en el Parque Regional de Calblanque, cuenta con largas playas de arenas ocres, blancas salinas y solitarias calas que contrastan con los macizos montañosos que la rodean. Para proteger este espacio y promover la movilidad sostenible, cada lunes de septiembre no se permite el acceso de vehículos de motor.
Más de mil variedades de peces convierten a Las Canteras en una reserva marina única. Su barrera natural de arrecifes y arenisca la resguardan de las fuertes corrientes del Atlántico. Ideal para acudir allí a nadar, surfear, correr o pasear.
Situada en la desembocadura del río Nueva y en Llanes, esta singular playa de 300 metros de longitud está encajada entre acantilados, una condición que la protege del viento y que permite disfrutar de suaves temperaturas.
