7 frases que deben hacerte huir si las escuchas en una primera cita

En una primera cita las expectativas pueden jugar en tu contra. Quieres que esa persona real sea igual que la imagen que has creado en tu cabeza, lo que te puede hacer pasar por alto algunas red flags gigantes y con luces de neón.

Nadie sabe que va a tener una relación tóxica porque nadie lleva un cartel a la primera cita con el texto: «cariño, te voy a hacer la vida imposible cuando seamos pareja». Nos ahorraríamos muchos quebraderos de cabeza, y aun así muchos acabaríamos picando el anzuelo.

Si ya de por sí es difícil huir cuando sabemos a ciencia cierta que nuestro ligue nos va a dar más dolores de cabeza que orgasmos y risas, imagínate cuando hay dudas. En otras palabras, cuando suelta esas frases sutiles que a ti te dejan mal cuerpo o te generan inseguridad, pero justificas, racionalizas e incluso llegas a pensar que no son tan graves, que el problema es tuyo que exageras y te tomas a malas tonterías. Spoiler: si el río suena y algo te molesta en una primera cita, es porque agua lleva y debes activar tu sexto sentido. Para ello, te voy a echar un cable con los siete tipos de comentarios que deben hacerte huir en una primera cita –o, si no eres tan drástico, pararle los pies a tu ligue de inmediato–.

1. Criticar tu físico (o el de otras personas)

Nadie tiene derecho a opinar sobre tu físico, pero también está fuera de lugar opinar sobre el de otras personas incluso cuando lo hace a modo de ‘piropo’ –por ejemplo, criticando el cuerpo de otras chicas para subirte la moral–. Si se siente cómodo menospreciando tú físico en la primera cita, ¿qué crees que pasará cuando tengáis más confianza? Te lo cuento: que arruinará tu autoestima poco a poco.

2. Superioridad moral no, gracias

Un buen ligue te va a hacer sentir a gusto independientemente de si tu libro favorito es Crepúsculo o Crimen y castigo. En cambio, si te menosprecia por tus gustos porque los suyos son mucho más cultos, entretenidos, inteligentes o divertidos, huye sin mirar atrás. Haz lo mismo si juzga con superioridad tu trabajo, tu estilo de vida, tus opiniones o tu pasado. ¡Adiós y que le aguanten en Twitter!

3. Las comparaciones las dejamos para nunca

«Es que mi ex tenía dos grados universitarios y un máster, pero bueno, si tú eres feliz repartiendo pizza…» es el ejemplo perfecto de frase que debe poner fin a una primera cita. Las comparaciones son odiosas e innecesarias, pero muchas personas las usan para arruinar la autoestima de su ligue y que así sea más fácil llevarle a la cama o tener otra cita. En otras palabras, te hace sentir como una mierda para que no te des cuenta de que él o ella lo es.

4. Piropos envenenados o negging

Si hablamos de hundir la autoestima a propósito, tengo que mencionar sí o sí el negging, una estrategia para ligar que consiste en soltar piropos dañinos, por ejemplo, «generalmente no me gustan las chicas gordas, pero tú eres muy sexy» o «madre mía, 25 años y ya quedándote calvo, pero bueno, no te agobies, hay gente a la que le queda bien». Un piropo jamás te va a incomodar, de lo contrario es una falta de respeto o una crítica encubierta. ¿La respuesta perfecta? No perder más el tiempo con esa persona.

5. Sexo, sexo y… ¡Sexo!

Si a ti te mola ese tema de conversación, genial, sigue adelante con la cita, pero si estás parando todo el rato los pies a tu ligue y aun así sigue preguntándote cuándo perdiste la virginidad, qué te gusta que te hagan en la cama, si tienes juguetes sexuales en casa o cuales son tus parafilias, mejor cortar por lo sano. No respeta tus límites en algo tan necesario como lo es la intimidad.

6. Promesas efímeras o lovebombing

Os conocéis desde hace treinta minutos, pero ya utiliza el ‘nosotros’, te ha prometido conocer a sus padres y casi se le escapa un ‘te quiero’. Vamos, que se ha montado una película romántica que ni Katherine Heigl. Puede parecer tierno, pero es una estrategia para ligar llamada lovebombing. Consiste en bombardearte de amor para subir momentáneamente tu autoestima y conseguir lo que quiere –quizá sexo, tenerte en la agenda como contacto recurrente o un poco de atención –, para después pasar de ti.

7. El temido “mi ex estaba loca”

En último lugar, pero quizá el más importante, tenemos la frase de oro: el comentario sexista por excelencia que indica que tú vas a ser la próxima ‘ex loca’. Sí, lo sé, hay personas que sufren relaciones muy traumáticas, pero este tipo de ligues victimistas acumulará un listado eterno de exnovias tóxicas. Eso sí, cuando le preguntes por qué estaba loca, la respuesta te enloquecerá a ti. “Es que era muy celosa”, te dirá, pero se le olvidará contar que le puso los cuernos siete veces y que cuando ella lo sospechaba, él le repetía que eran imaginaciones suyas, que exageraba. “Es que quería controlarlo todo”, se lamentará, pero se le olvidará contar que dejaba los calzoncillos con palominos de tres días en la mesilla, que no fregaba bien los platos para que ella se encargase y que se le olvidaba tirar las naranjas mohosas que él compró para hacerse zumos todas las mañanas. En definitiva, ella no estaba loca, pero él acabó con su salud mental