Las inyecciones contra la obesidad también reducen el riesgo de infarto

Descubren que fármacos para combatir la obesidad como los autoinyectables Ozempic y Wegovy, cuyo principio activo es la semaglutida, podrían tener más beneficios que la bajada de peso. Un estudio anunciado en el Congreso Europeo de Obesidad (ECO) indica que también reducen un 20% el riesgo de sufrir un infarto o ataque al corazón.

El 62% de los pacientes que han seguido un tratamiento con este principio activo perdieron más de un 5% de masa corporal, a diferencia del 10% del grupo de control. Sin embargo, la reducción del riesgo cardiovascular ocurrió en todos los pacientes, incluidos los que habían engordado.

Esta investigación pone de manifiesto el valor del principio activo de la semaglutida, que ofrece beneficios cardiovasculares con independencia del peso perdido, incluso los que no adelgazan o su obesidad es leve. "Por fin tenemos un tipo de medicamento que podría transformar al mismo tiempo el tratamiento de varias enfermedades crónicas relacionadas con el envejecimiento", anuncia John Deanfield, investigador del University College London, que ha dirigido el estudio.

La investigación se ha desarrollado durante cinco años a 17.604 adultos de más de 45 años residentes en 41 países. Los datos pertenecen al ensayo Select, que patrocina el anunciante de la semaglutida. El investigador Deanfield ha incidido que las implicaciones clínicas son muy importantes. "Aproximadamente la mitad de los pacientes en mi consulta cardiovascular tienen niveles de peso similares a los del ensayo SELECT y es probable que obtengan beneficios al tomar semaglutida, además de su tratamiento habitual", comenta en una entrevista para la BBC. "La perspectiva de ayudarles a adelgazar al tiempo que mejoramos sus problemas médicos de fondo es muy emocionante". 

Además, los resultados indican que los beneficios en la reducción del riesgo cardiovascular puede tener un efecto positivo en el azúcar en sangre, la presión arterial o la inflamación. También beneficios directos en el músculo cardíaco y los vasos sanguíneos. "Hemos descubierto finalmente que hay una clase de medicamentos que cambian la biología de la enfermedad obesa y benefician a mucha gente. Es un descubrimiento crucial, y transforma la práctica de la cardiología" añade Deanfield.

Estos fármacos que han irrumpido en el mercado para mejorar la salud no son milagrosos. Los especialistas recuerdan que el tratamiento debe de ir acompañado de hábitos saludables como una alimentación equilibrada y una vida activa. Cierto es que estos fármacos parece que están ayudando a aquellas personas que no son capaces de adelgazar únicamente con intervenciones conductuales. Por ello, "suponen una importante oportunidad clínica", asegura el investigador. 

A pesar de estos hallazgos significativos, los autores avisan que los datos del ensayo SELECT no se pueden extrapolarse a todos los adultos con sobrepeso y obesidad para prevenir eventos cardiovasculares adversos mayores. A pesar de la magnitud de la investigación, no se incluyeron suficientes grupos raciales para conocer los beneficios en todas las poblaciones.

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