Bebidas adecuadas para la toma de fármacos: ¿por qué no se puede tomar un medicamento con cualquier líquido?
El agua es el único líquido recomendable para tomar medicamentos porque no genera reacciones adversas
El zumo, la leche, el café o los refrescos pueden interferir en el efecto de los fármacos en el organismo
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Nuestro país es el quinto productor europeo de medicamentos, destacando por sus vacunas para seres humanos, a pesar de que el 24% de los genéricos esenciales han desaparecido en los últimos diez años, según un estudio reciente, una cifra que asciende al 37% en el caso de los oncológicos.
Si bien es sabido que existen ciertos alimentos que no se deben mezclar con algunos fármacos, por ejemplo con el paracetamol, lo mismo ocurre con las bebidas alcohólicas puesto que puede tener riesgos importantes para la salud, causando daños a órganos vitales como el estómago o el hígado.
Lo habitual es que a la hora de tomar una pastilla lo hagamos, como indican los prospectos, con un poco de agua, pero puede que ese instante llegue fuera del almuerzo o de la cena. De este modo, a veces se ingiere con otras bebidas, lo cual la ciencia deja claro que puede no ser recomendable.
¿Por qué evitar los fármacos con bebidas que no sea agua?
La razón principal para que se escoja el agua como acompañante de los medicamentos es que no altera ni interfiere en las propiedades de los mismos y tampoco genera reacciones adversas peligrosas para el cuerpo.
Esto último no sucede con otro tipo de bebidas, tal y como indica un estudio llevado a cabo en Arabia Saudí y que publicó el Instituto Nacional de la Salud de Estados Unidos. Las bebidas seleccionadas fueron un refresco de cola, café, zumo, leche y una bebida energética.
Los resultados demostraron que todos estos líquidos repuntaron los tiempos de desintegración respecto al agua. De este modo, hicieron que los fármacos se disolviesen antes de que el organismo los absorba. Además, en el caso de las bebidas calientes, como el café, alteran la química.
El zumo de frutas, fuente de vitaminas y una de las bebidas habituales en muchos hogares, tampoco resulta saludable, en especial en el caso del pomelo. Suelen tener pH ácido y, por ello, son incompatibles con fármacos básicos. Además, influyen en la medicación que se tome el día siguiente, mismo efecto que ocurre en la bebida de soja.
En el caso de la leche, hay que tener especial cuidado con los antibióticos, el metotrexato y algunos medicamentos para el tratamiento de la osteoporosis (bifosfonatos) porque interaccionan con el calcio de los lácteos, señala el farmacéutico y dietista-nutricionista Andreu Prados en su blog.
En cuanto a la cafeína presente en los refrescos y en la bebida energética, pueden aparecer efectos secundarios como nerviosismo, irritabilidad, temblores o insomnio. Una alteración clave para los medicamentos que estimulan el sistema nervioso y los empleados para el sueño y el litio. En psiquiatría, el litio se puede usar para tratar la depresión, la esquizofrenia o el trastorno bipolar.
Dicho esto, lo recomendable es leer el prospecto siempre antes de consumir cualquier medicamento e ingerirlos con agua y sin gas porque el alto contenido en sodio de la carbonatada puede contrarrestar el efecto de los medicamos antihipertensivos.
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