El coronavirus sigue su avance con España e Italia marcando récord de muertes en 24 horas

  • España e Italia han registrado respectivamente 769 y 969 muertos en 24 horas

  • El coronavirus deja ya más de 580.000 casos y más de 26.900 muertos en el mundo

  • En España hay un dato al que aferrarse: el ritmo de contagio ha caído

Las cifras del coronavirus siguen sobrecogiendo. La pandemia deja ya más de 580.000 casos y más de 26.900 muertos en todo el mundo. En España, los números se refieren a más de 65.000 contagiados y más de 5.000 muertos, mientras en Italia, el país más castigado hasta el momento en Europa, esas cifras se elevan a más de 86.400 y más de 9.100 respectivamente. Además, la noticia trágica es que el último día ambos países han registrado un triste récord de muertes en 24 horas: España con 769 e Italia con 969.

La situación sigue siendo de enorme gravedad. Desde el país italiano, el presidente de la República, Sergio Matatarella, ha pedido a Europa “intervenir antes de que sea demasiado tarde”, pero Europa permanece dividida, sin saber responder ante una crisis ante la cual, precisamente, no se puede perder ni un solo segundo. El altísimo poder de contagio del coronavirus no da tregua y no entiende de territorios, propagándose ya por más de 200 países.

Entre tanto, España sigue sumida en el colapso sanitario, con las urgencias convertidas en un trasiego continuo de pacientes afectados, día y noche, y con más de 9.000 profesionales de la sanidad infectados. Los hospitales están saturados, y los sanitarios, en primera línea arriesgándolo todo para salvar la vida de los afectados, trabajan sin descanso, doblando turnos a pesar de que ni siquiera cuentan con el material mínimo indispensable para luchar contra el virus.

Madrid, epicentro del contagio en España

Hoy, el epicentro del contagio en España es Madrid, con más de 19.000 contagiados y más de 2.400 fallecidos. Le sigue Cataluña, donde las cifras de casos confirmados ascienden más allá de los 13.000 y ya hay más de un millar de fallecidos. Desde ambas comunidades autónomas llega el mismo mensaje que tiene su eco también desde múltiples puntos del país: falta mucho material.

La pandemia ha sobrepasado a todos. Por eso desde todos los rincones del mundo llegan noticias sobre la importancia del confinamiento y el distanciamiento social. Es, por el momento, la única forma de evitar la rapidísima propagación del virus y dar tiempo a los sanitarios así como a los investigadores para desarrollar tratamientos efectivos. La vacuna, en desarrollo desde múltiples países, no se espera antes de “12 o 16 meses para estar disponible”. Lo ha dicho Tedros Adhanom, el director general de la Organización Mundial de la Salud, quien ha anunciado además que España, junto a Noruega, ha inscrito a los primeros pacientes en un “ensayo clínico solidario” que podría ser “histórico”, dado que “va a reducir el tiempo para ver qué medicamentos funcionan o no”. En el proyecto trabajan otros 45 países, y busca a nivel mundial comparar la seguridad y la eficacia de cuatro medicamentos, o combinaciones de fármacos diferentes, contra el coronavirus.

Hay datos positivos: baja el ritmo de contagios

Con todo, en España hay que hablar también, dentro de la gravedad, de datos positivos, porque también son una importante noticia: el ritmo de infectados ha caído y este viernes ha sido el día con menor porcentaje de contagios; el segundo consecutivo con descenso.

Concretamente, el incremento de contagiados ha sido de un 14% este viernes, un incremento menor respecto a los últimos 15 días y "un dato que nos da ciertas esperanzas", tal como ha señalado el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón.

Además, el número de altas casi duplica ya al de fallecidos, y comienzan a llegar imágenes llenas de fuerza en las que los sanitarios despiden entre aplausos y entre lágrimas a aquellos que superan la COVID-19 y reciben el alta.

“Con todas las cautelas”, ha dicho el ministro de Sanidad, Salvador Illa, “parece que nos estamos acercando al pico” del contagio. “Hay algunos datos que nos permiten hablar de una cierta fase de estabilización”, ha apuntado.

Esa es la esperanza ahora, pero el camino todavía es muy largo, y por eso corresponde a todos nosotros, a cada ciudadano, seguir escrupulosamente el confinamiento dispuesto en el marco del estado de alarma. Quedarse en casa, mantener el distanciamiento social y reducir la movilidad a lo estrictamente imprescindible y las causas de fuerza mayor es la forma de cada uno de nosotros de intentar ayudar a que esto frene lo antes posible.

China hoy mira al virus desde el blindaje de sus fronteras

En aquella China que vivió sumida en el pánico por un virus que hace más de dos meses veíamos muy lejos, hoy dan por controlada esa epidemia que ahora sacude al resto del mundo convertida en pandemia. Tras el más estricto confinamiento, dos meses después, el país asiático sale adelante y ya han anunciado que el 8 de abril se levantará la cuarentena paulatinamente en Wuhan, el epicentro del brote que hoy ha dinamitado los cimientos del mundo a todos los niveles. Hoy, el temor de China no está dentro sino fuera. Lo que asusta ahora son los casos importados. Por eso a partir de este mismo sábado sus fronteras estarán cerradas a todo extranjero incluso aunque tengan visado o permiso de residencia. Es la medida temporal con la que han decidido ahora blindarse ante el mundo, que ve como la COVID-19 se extiende con EEUU a la cabeza en el número de casos con más de 100.000. Ninguna potencia se salva.