Preocupación por el número de adolescentes fumadoras: "La industria no permite una generación libre de humo"

El número de fumadores ha ido descendiendo en los últimos años. Eso es un hecho. Las campañas y las medidas antitabaco han logrado el objetivo buscado. Aunque los expertos en la lucha contra el tabaquismo están preocupados por las nuevas generaciones. Sobre todo por los adolescentes y más por las chicas.

Los estudios indican que el consumo de tabaco entre las jóvenes no solo no se ha acabado, sino que una de cada cuatro chicas de entre 13 y 15 años fuma, lo que convierta a España en el país con mayor prevalencia de jóvenes fumadores de la Unión Europea. Datos difundidos por el Grupo Español de Cáncer de Pulmón junto a otros no menos preocupantes: las muertes por cáncer de pulmón entre el sexo femenino crecen cerca del 5% cada año, llegando a sumar un incremento de casos del 135% en la última década.

La situación no es buena, indican los especialistas en la salud, y encima en las nuevas generaciones se suma también el uso "escandaloso" de vapeadores y cigarrillos electrónicos, asegura Andrés Zamorano, presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo y coordinador del grupo de tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG). Una práctica que puede ser tan nociva como el consumo de tabaco, ya que todavía no se sabe bien qué efectos pueden tener estas sustancias en el organismo, y además abre la puerta de inicio a la práctica de fumar.

La clave es, precisamente, evitar el inicio del consumo, indica a NIUS el oncólogo Bartomeu Massuti, secretario del Grupo Español de Cáncer de Pulmón. Está claro que el vapeador sirve para empezar a fumar, dando además un mensaje "perverso" ya que en muchos casos se vende como un mecanismo para deshabituarse del tabaquismo, pero al normalizarse y verse como algo menos nocivo supone una vía de entrada para coger el hábito, coincide el experto. De hecho, tal y como contó NIUS, está prohibida la venta de tabaco o de cualquier producto relacionado con el mismo (vapeadores y cigarrillos eléctrónicos incluidos) a menores de 18 años, pero en la práctica, se están vendiendo a menores en establecimientos cercanos a los centros escolares. Una venta y un hábito promovido por la industria a través de "influencers" que publicitan el producto a través de nuevas plataformas y redes sociales como Tik Tok, explica.

Según Andrés Zamorano, la industria tabacalera ejerce una gran presión de forma directa o indirecta, no permite que haya una generación libre de humo, tabaco y nicotina. Sobre todo si no se toman medidas. En este sentido, el experto apela al Gobierno a que "publique sin más demora" el plan nacional del tabaquismo, elaborado por el Ministerio de Sanidad con la colaboración de las comunidades autónomas y sociedades científicas y especializadas. "Un plan muy completo que incluye la prevención, la investigación y la ayuda para dejar de fumar, pero que lleva ya más de 10 meses de retraso", asegura el doctor.

"Está muy bien la última campaña de Sanidad, relacionando el fumar con el daño medioambiental, pero no es suficiente". El tabaquismo, explica Zamorano, es un problema de Salud Pública y "la principal causa de muerte evitable", pero "no se hacen los deberes como se debe", lamenta el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo. Coincide con él Bartomeu Massuti, secretario del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, quien apuesta por poner en marcha campañas periódicas, similares a las de la DGT, y para los más jóvenes abordar el tabaquismo con:

Hay que ser capaces de explicar claramente a los adolescentes los daños que puede provocar este hábito y que no se limita al cáncer de pulmón. "Es pulmón, vejiga, esófago... el tabaco es un carcinógeno reconocido con importantes efectos en el sistema cardiosvascular y respiratorio", asegura Massuti.

Para Judit Rogés Olivares, Técnica de Investigación en el Departamento de Epidemiologia y Metodologia de las Ciencias Sociales y de la Salud de la Universitat de Vic-Universitat Central de Catalunya (UVic-UCC), es primordial generar entornos de ocio saludable. "Que las personas adolescentes desarrollen comportamientos y hábitos saludables pasa por cómo está estructurado su entorno más próximo de convivencia. No debemos olvidar que es una etapa de socialización donde el tiempo libre se ocupa con actividades de ocio y diversión. Por ello, es importante que las comunidades desarrollen programas de prevención y promoción de la salud, y que se fomenten entornos de socialización vinculados a practicar deporte u otras actividades de ocio saludable".

¿Y en casa, qué se puede hacer con una adolescente que fuma? Aquí los adultos, propone la experta, deben evitar recurrir a los mensajes prohibicionistas y a la confrontación, porque se sabe que eso no es efectivo. Además, añade Judit Rogés Olivares, es importante que la familia está informada y no recurra a los tópicos sobre lo mucho que perjudica el tabaco. En casa se debe crear un clima de comunicación con el adolescente, de comprensión, y se debe ser coherente como modelos a seguir. "Algunos adolescentes empiezan a fumar tabaco a edades tempranas porque esta conducta representa un hábito para alguno de los miembros de la familia con los que se convive", constata la especialista.