La desgarradora carta de la víctima de la manada de Manresa, en exclusiva: "Sigo sin poder vivir tranquila"

Era octubre de 2016 cuando una adolescente de 14 años fue abusada brutalmente por cinco hombres que la penetraron vaginalmente, después de compartir bebida y drogas durante una fiesta en Manresa.

Cinco años más tarde, la víctima tuvo que declarar ante el Ministerio Fiscal y narró en primera persona la violencia sexual sufrida por los acusados. Ahora, en 2023 y cansada de encontrarse a sus agresores por la calle, la víctima ha mandado una carta en exclusiva a 'Informativos Telecinco'.

En este escrito la joven ha relatado el horror que vivió y al que continúa enfrentándose al encontrarse a sus agresores por la calle ya que de los cinco condenados por violar por turnos a la menor en Manresa, dos se fugaron tras conocer la sentencia y los otros tres están en libertad hasta que la sentencia sea firme ya que la recurrieron al Tribunal Supremo.

"Han pasado siete años desde que cinco hombres me agredieron sexualmente por turnos mientras yo estaba en un estado de inconciencia. Los condenaron por abuso y no por agresión. Porque dijeron que no me defendí. Pese a la condena, estos hombres no han entrado en la cárcel y tergo que cruzarme con ellos cada dos por tres por la calle. Tengo que soportar sus miradas, risas, burlas y como se sienten completamente impunes, incluso subiendo vídeos a redes presumiendo de su libertad", denuncia cansada la víctima de la manada de Manresa.

"Mis agresores han llegado a saltarse la orden de alejamiento, cada vez que me encuentre con ellos tengo que revivir ese momento, sin poder pasar página. Me siento desprotegida, no salgo de casa sola por miedo a encontrármelos. Basta de leyes que no protegen a la víctima con una sentencia en la mana, sigo sin poder vivir tranquila", termina apuntando la víctima mientras se queja y protesta contra la sentencia que recayó sobre sus agresores sexuales.

Ahora, han pasado más de tres años del juicio y la víctima de la Manada de Manresa sigue encontrándose con sus violadores por la calle. Asegura que vive un auténtico calvario y no entiende que la justicia no la ayude a superar lo vivido.

Fue una sentencia polémica porque fueron condenados por abuso y no por agresión sexual porque la víctima estaba inconsciente y no “opuso resistencia”. Penas de entre 10 y 12 años de cárcel por abuso sexual continuado.

Ella misma ya relató el calvario y el horror vivido en este episodio que jamás le hubiese gustado protagonizar.

En septiembre de 2021, la menor ya aseguraba ante los jueces de la Audiencia de Barcelona que su vida "ha sido una puta basura" y, también, explicaba que su vida había cambiado completamente desde lo ocurrido aquel día de octubre e 2016.

La joven sufre ataques de pánico, de ansiedad y, todavía, le vienen a la cabeza las imágenes de todo lo que pasó.

Durante el juicio, la víctima reconoció que conoció a un grupo de personas antes de ir a una fiesta en Sant Vicenç. En su relato ante los magistrados, la menor reconoce que "fueron muy agradables y me invitaron a un kebab en su piso".

Al llegar al lugar había otras personas, que terminaron yéndose. En el lugar bebió algunos chupitos y fumó unos porros, mientras las personas que había conocido consumían cocaína.

La víctima en su declaración ante el juez reiteró que pidió a los cuatro agresores que dejarán de violarla: "Le digo que pare, chillo, me intento levantar... pero nadie vino". Mientras, el agresor la estaba forzando sexualmente y después de él, también otro de sus compañeros. Tras él continuaron un tercero y un cuarto. La desesperación de la chica fue a más, porque "nadie me ayudaba, yo era consciente".

Uno de los detalles que más indignación y polémica suscitó en el juicio ocurrió cuando la abogada de uno de los acusados le preguntó a la víctima si hizo algo para evitar las agresiones sexuales y si "¿Intentó cerrar las piernas?": "En el momento que intentaban penetrarla usted intentaba cerrar las piernas o permanecía inmóvil?.

Al escuchar esta pregunta, la víctima respondía tajantemente que intentó quitárselos de encima y añadió que "cuando una persona se pone encima te mantienen las piernas abiertas y no puedes cerrarlas".

Harta, cansada, "sin poder vivir tranquila" e indignada por la chulería de sus agresores, la víctima de la manada de Manresa ha vuelto a pedir justicia casi seis meses y medio después de este brutal episodio.