Los vecinos están al borde de un ataque de nervios con una alarma que suena sin descanso desde el pasado 3 de septiembre. El molesto pitido retumba desde el interior del edificio provocando la irritación de vecinos y viandantes, según ha publicado La Gaceta de Salamanca.
Los vecinos ya avisaron a la Policía Local, pero no ha logrado silenciar el pitido que trae de cabeza al barrio. No es una alarma de seguridad del edificio, sino que al parecer proviene de un dispositivo antiincendios activado en el interior del inmueble, un antiguo centro juvenil en obras.
La fuente local cita a la alcaldesa de Béjar, Elena Martín Vázquez, que confirma que el pitido procede de “un sensor de humo o fuego que debe de haberse “descolocado”, porque no hay fuego”. Martín Vázquez ha asegurado que el concejal José María Muñoz y la Policía Local estuvieron en el inmueble el pasado viernes pero “no detectaron ningún movimiento que afectase a la alarma”.
Los bomberos también lo han intentado, pero no pudieron acceder al inmueble al no tener las llaves del edificio municipal.