Las pruebas presentadas en la Corte Suprema de Glasgow, donde se celebra el juicio por el asesinato de la niña de 6 años, Alesha MacPhail, han demostrado que en el cuerpo de la niña se hallaron rastros de semen del adolescente de 16 años, acusado de violar y matar a la pequeña, hasta en 14 partes diferentes de su cuerpo.
El adolescente, del que se mantienen su identidad en secreto por ser menor de edad según las leyes británicas, ha negado los cargos por los que se le acusa. En su defensa ha alegado que el semen encontrado fue puesto mediante un preservativo por la novia del padre de Alesha, con quien asegura mantiene relaciones sexuales. Los expertos consultados afirman esto puede ser “posible”.
En el momento en el que el acusado afirmó que mantenía relaciones sexuales periódicas con la novia de Robert MacPhail, el padre de la niña, éste abandonó la corte. El presunto asesino afirmó que fue la propia novia del padre quién había asesinado a Alesha y que había utilizado un preservativo usado durante la noche anterior, para inculparle.
En declaraciones del juicio recogidas por el Daily Mail, cuando le preguntaron sobre los mensajes que intercambió con un amigo en el que dice que tal vez "mataría un día por la experiencia de su vida", dijo que estos no eran "serios".
Dijo que la conversación fue iniciada por el amigo y agregó: "Arruinaría tu vida si alguna vez mataras a alguien".
La pequeña Alesha MacPhail, hallada muerta en un bosque de la isla de Bute (Escocia) el 2 de julio de 2017, falleció "como resultado de una fuerte presión en el cuello y la cara".
El médico forense que realizó la autopsia al cuerpo de la niña, John Williams, afirmó que la menor fue violada antes de fallecer asfixiada y su cuerpo presentaba 117 heridas, algunas de las cuales podrían haber sido infligidas tras su muerte. Las lesiones "van más allá de cualquier cosa que haya examinado antes en mi profesión".