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La prevención, extinción de incendios y salvamento es otra de las profesiones monopolizadas por hombres, y los números hablan por sí mismos. España cuenta con un total de 20.041 bomberos, de los cuales 168 son mujeres: tan solo representan un 0,83% del total. Además, la mitad de ellas ocupan puestos como tal; el resto pertenecen a escalas superiores de mando, con una vía de acceso diferente.
Estos son datos de la organización SerBombera.com, que ha arrojado luz a la realidad de esta profesión con un estudio llevado a cabo en 2018 y que ha constatado la falta de paridad en los cuerpos. Los casos más extremos son los de Castilla y León, La Rioja, Murcia y Ceuta, comunidades en las que el 100% de los profesionales son hombres: no hay ninguna mujer. Las que más bomberas tienen, en cambio, son Aragón, Euskadi y Cataluña, con alrededor de un 1,43% de mujeres.
Para revertir estos números, la Pau Costa Foundation ha llevado a cabo una campaña para el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que busca visibilizar la presencia femenina en los servicios de emergencia por incendios forestales.
Esta es una profesión estereotipada, fácil de identificar con valores erróneamente vinculados a la figura del hombre y la masculinidad, como la fuerza o el valor.
Por estos motivos, ser bombero es una aspiración mayormente compartida por niños que por niñas, aunque no es el caso de Molly: una niña de cuatro años que de mayor quiere trabajar conduciendo un camión de bomberos. Sin embargo, en verano de 2019 se preguntó por qué no había visto nunca a una mujer hacerlo.
La historia se volvió viral en Twitter, ya que profesionales de la prevención y extinción de incendios de todo el mundo respondieron con imágenes propias vistiendo el uniforme y el casco. La madre de Molly aseguró que se quedó "muy impresionada" tras tantas respuestas de bomberas: "¡Cuantas chicas fuertes, mamá!".
Por su parte, la Asociación Internacional de Mujeres en Incendios y Servicios de Emergencia (Women in Fire) resume los obstáculos a los que se enfrentan las mujeres que quieren acceder al cuerpo de bomberos: la tradición, el escepticismo sobre la competencia de las mujeres como bomberas, parques con dormitorios, baños y vestuarios de un solo sexo, equipos de protección diseñados solo para hombres, falta de políticas adecuadas con respecto al embarazo, entre otros.
La Generalitat de Catalunya llevó a cabo en febrero de 2020 otra de las últimas iniciativas que buscan que la paridad en el cuerpo sea una realidad. “No necesitamos 'supermanes' (o estereotipos), sino personas valientes, resistentes, luchadoras, empáticas… Te necesitamos”. Para ello, el vídeo de la iniciativa está protagonizado por bomberas que, después de quitarse el casco que impide ver si son hombres o mujeres, defienden que "con el uniforme, no hay diferencias".
Precisamente, el número de bomberas en el cuerpo de la administración catalana es menor al 2% del total. Cataluña es un claro ejemplo de las dificultades que las mujeres han tenido que hacer frente para incorporarse a esta profesión. Las tres primeras bomberas fueron integradas en la red de Bomberos de la Generalitat en 1982 y la administración las reconoció como "voluntarias". En los siguientes 16 años, tan solo accedieron cinco mujeres más, que hoy son inspectoras y subinspectoras.
Actualmente, España está por detrás de países como Australia, Francia, Gran Bretaña, EE.UU. y Japón en la presencia de mujeres en sus cuerpos de bomberos, según datos de SerBombera.com. En el caso de la ciudad americana de San Francisco, la mujer representa el 16% del total de la plantilla.
SerBomberas.com incide en que otros cuerpos como las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y la Policía Nacional, por ejemplo, disponen de observatorios de igualdad que buscan conocer la situación de la mujer en cada uno de ellos y promover su participación a través de políticas públicas. Algo que no sucede en los de bomberos.
Por otro lado, también se hace eco de la baja presencia femenina en otros cuerpos, aunque sigue siendo superior que en el de prevención y extinción de incendios. Los Mossos d’Esquadra, por ejemplo, tienen en su plantilla un 20% de mujeres, en la Policía Nacional hay en torno al 13%, en las Fuerzas Armadas, el 12,5%, y en la Guardia Civil, el 7,6%.