Carmesí, para seductores
La investigación, publicada en el European Journal of Social Psychology, consistía en que varios voluntarios se pusieran una camiseta bermellón o índigo y después calificaran su impresión tras verse en el espejo y en una fotografía. Los resultados fueron bastante rotundos: los que optaron por el rojo se sentían más seductores. El equipo liderado por Anne Berthold concluyó que el carmesí llama más la atención y es un gran indicador de la receptividad sexual.
Luz Azul, un acelerador del relax
La psicóloga y socióloga Eva Heller sostiene que la combinación entre colores y sentimientos no se produce de manera accidental y que la asociación de ambos se debe a "experiencias universales profundamente enraizadas desde la infancia en nuestro lenguaje y pensamiento". De esta manera, para la investigadora, el azul, que este otoño también está muy presente en el blue navy y en sus tonalidades más claras, es el color con más seguidores en el mundo, además de estar ligado a la fidelidad, la fantasía, lo divino, lo frío y la deportividad.
Investigadores de la Universidad de Granada han demostrado científicamente que la luz azul nos ayuda a relajarnos de manera más acelerada que la luz blanca tras haber sufrido estrés psicosocial. Este ensayo avalaría las conclusiones de Heller, que adjudica al cobalto cualidades como la concentración, la armonía y la confianza.
Ver la vida de color de rosa
El color oficial de la generación millenial, que arrasa esta temporada en sus versiones rouge noir y rosa palo, ha roto con su connotación tradicionalmente femenina (¡bien!)y se posiciona como el tono representativo de la androginia... o de nada en absoluto que tenga que ver con el género. Un estudio de YPulse confirmaría la tendencia al alza en el uso de este color entre los hombres, y no solo se constata el aumento de prendas o complementos de este color en el fondo de armario masculino, también en la decoración de sus casas.
Son muchos los estudios que colocaban al rosa entre los colores peor aceptados, sobre todo entre los jóvenes, sin embargo, en la última década la tortilla se ha dado la vuelta y se ha convertido en un revulsivo juvenil y fresco como antídoto al estrés generalizado que vivimos en los últimos tiempos. Para Heller, es un color que se asocia a pensamientos positivos, la infancia, el romanticismo y la ensoñación, elementos que lo han convertido en uno de los favoritos en la paleta de los influencers.
Verde que te quiero verde
Greenery (verde amarillo) es uno de los colores del año que está a punto de despedirse, no obstante, este otoño estará marcado por dos tonalidades totalmente dispares: el verde oliva y el verde bosque. Corren tiempos en los que anhelamos seguridad, tranquilidad, recogimiento y esperanza, por eso el verde estará este otoño muy presente en nuestra indumentaria. Eso sí, es un tono para valientes porque sus combinaciones son más arriesgadas, sobre todo con otros colores fuertes como el rojo o el azul, aunque se torna agrio y ácido cuando lo combinas con el marrón y el amarillo, respectivamente.
Gris, seña de experiencia y sabiduría
Frente a la neutralidad del cetrino, la falta de carácter del gris, sin duda otro de los pigmentos tendencia de este otoño-invierno. El Denim Gris se ha impuesto en el mundo de la decoración porque los colores fríos colaboran en la concentración y compagina a la perfección con tonalidades más cálidas, procurando un contraste muy acogedor.
Ha sido también uno de los colores de actualidad, a cuenta del debate suscitado en redes le pasado mes de octubre sobre unas zapatillas deportivas de color ¿rosa y blanco o turquesa y gris? que se hizo viral; y es la nueva estrella de los tintes, con la cada vez más secundada tendencia del cabello gris, un truco para disimular las canas. Según Heller, este color está conectado con el conformismo, lo práctico, la experiencia, la respetabilidad y la sabiduría, y "solo puede ser elegante en el vestir por el material, pues en un material barato parece más pobre".