Kieron Simpson y su mujer Bethon, ambos de 26 años, se encontraban felices ante la noticia de su paternidad, pero tras las revisiones pertinentes, una mala noticia truncó la felicidad de la pareja. Los médicos les informaron que su bebé presentaba espina bífida.
Los clínicos les dieron dos opciones a los padres, o continuar con el embarazo sin hacer nada o interrumpir la gestación, pero una nueva opción se abrió ante ellos, la cirugía fetal intrauterina.
Kieron y Bethon decidieron arriesgarse y operar al bebé para repararle la médula espinal. La compleja intervención se realizó por cirujanos expertos en el hospital de Londres. La cirugía consistía en sacar al feto de 24 semanas del vientre, realizarle el trabajo y más tarde volverlo a meter en el vientre de su madre para que se terminase de formar.
En declaraciones recogidas por Televisa, la madre del bebé aseguró que se encontraba en una montaña rusa de sensaciones: “El bebé y yo nos hicimos las pruebas de líquido amniótico, resonancias magnéticas y escáneres implacables. La cirugía fue aprobada”
La cirugía finalmente se realizó con éxito y se espera que el bebé nazca sano y salvo en abril.