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Las islas de La Gomera, El Hierro, La Graciosa y Formentera ya caminan hacia la fase 3 de la desescalada de la crisis del coronavirus; mientras que el resto de España seguirá en la fase 1 o 2. El Boletín Oficial del Estado (BOE), que publica las medidas de flexibilización, recalca la importancia del uso mínimo imprescindible del ascensor, que según un experto, supone una exposición del 25% a partículas virales.
“Cuando en los centros, entidades, locales y establecimientos previstos en esta orden haya ascensor o montacargas, su uso se limitará al mínimo imprescindible y se utilizarán preferentemente las escaleras”, reza la el artículo 6.4 del capítulo I de la Orden SND/458/2020 para la flexibilización de determinadas restricciones de ámbito nacional establecidas tras la declaración del estado de alarma en aplicación de la fase 3 del Plan para la transición hacia una nueva normalidad.
Así, de tener que subir, añaden: “Cuando sea necesario utilizarlos, la ocupación máxima de los mismos será de una persona, salvo que sea posible garantizar la separación de dos metros entre ellas, o en aquellos casos de personas que puedan precisar asistencia, en cuyo caso también se permitirá la utilización por su acompañante”.
Pero, ¿hay razones para no coger el ascensor? Para averiguar precisamente esto, Richard L. Corsi, decano de Ingeniería y Ciencias de la Computación en la Universidad Estatal de Portland y especialista en calidad del aire interior, decidió estudiar la cuestión.
Según explica en un artículo del 'New York Times', decidió reproducir un hipotético viaje en ascensor usando velocidades comunes, tiempos de cierre de puertas y sistemas de ventilación para observar el porcentaje de partículas virales que puede mantenerse en el aire cuando hay un persona infectada dentro.
Así en este modelo, el pasajero A (infectado) entra en el ascensor en el primer piso y viaja durante 31 segundos hasta el décimo piso de un edificio residencial. Durante el viaje, el pasajero, que no lleva mascarilla, tose y habla por el móvil, exhalando pequeñas gotitasas que contienen el virus. Algunas de ellas caen al suelo, otras permanecen en las paredes y otras flotan en el aire.
El ascensor se detiene en el décimo piso, donde el pasajero sale, y las puertas se abren durante 10 segundos. Cuando sale, transporta alguno de los gérmes ya que las diferentes presiones del interior y el exterior del ascensor hacen que el aire se arremoline y se mezcle, diluyendo el aire del elevador a la mitad.
Una vez que las puertas se cierran y el ascensor vuelve al primer piso, donde el pasajero B (no infectado) está esperando, las puertas se vuelven a abrir y el aire del vestíbulo circula hacia el ascesnsor, diluyendo el aire aproximadamente a la mitad cuando el pasajero B saludable entra, exponiéndose a, aproximadamente, el 25 por ciento de las partículas virales que el pasajero A expulsó durante su viaje.
Por ello, aunque Corsi aclaró que el porcentaje variaría dependiendo del ascensor, del tiempo de apertura de las puertas, del sistema de ventilación y de las presiones del aire del edificio, "subiría las escaleras si fuera posible".
Recomendaciones en el ascensor
De tener que utilizarlo, el Gremi Empresarial d’Ascensores de Catalunya (GEDAC) ya publicó una serie de recomendaciones recordando que las botoneras y los tiradores de las puertas, al ser de uso compartido por toda la comunidad, pueden ser foco de contagio del mismo modo que otras zonas comunes de la finca. Para manipularlos, GEDAC recomienda protegerse con guantes o ayudarse de algún elemento que se puede limpiar o tirar posteriormente: llaves, palitos, pañuelos de papel, bolsas de plástico. A causa de sus dimensiones, muchos ascensores no permiten mantener la distancia mínima recomendada por las autoridades, de manera que lo mejor es utilizar el ascensor de forma individual. Se recomienda no tocar ni apoyarse en las paredes interiores ni en los guía-manos o en los espejos. En el caso de los ascensores de gran tamaño, la carga máxima ha de ser de 1/3 de su capacidad.
De la misma manera, Linsey Marr, científica de aerosoles de Virginia Tech, recuerda que la mayoría de los ascensores no son lo suficientemente grandes por lo que existe la posibilidad de que los pasajeros infectados puedan transmitir el virus, especialmente si están desenmascarados y están tosiendo, hablando o simplemente vinieron de hacer deporte y están respirando con dificultad. Pero, incluso si viajas solo en el ascensor hay otras formas en que se puede contraer el coronavirus, aunque el riesgo es bajo. Los botones del ascensor y los rieles laterales son un riesgo potencial si las manos se contaminan y toca la cara. Por eso hay zonas en las que ya se usa el pie para poder manejar el ascensor.
Así lo han hecho, en un centro comercial del norte de Bangkok, en Tailandia, donde con el objetivo de evitar la propagación del coronavirus entre los clientes, los botones se han sustituido por una línea de pedales.