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La Policía Nacional ha intervenido en la fiesta ilegal de una veintena de jóvenes y lo ha hecho derribando con un ariete la puerta de la vivienda turística en la que tenía lugar tras la negativa de los asistentes a dejarles acceder. De hecho, los jóvenes grabaron la actuación policial de los agentes, que tuvo lugar la madrugada del pasado domingo 21 de marzo en Madrid y que ha levantado un alud de reacciones en las redes sociales.
El vídeo muestra cómo una mujer, estudiante de Derecho, pide al policía tras la puerta su número de identificación; tras decírselo, el agente le advierte: "Pero bueno, lo va a ver ahora cuando abra y, si no lo hace, vamos a tirar la puerta". "Consiga la orden judicial, por favor", le responde ella, que pregunta: "Usted sabrá ya cuál es el estatuto de policía al que esta sujeto, ¿no? Perfecto, pues no le tengo que recordar sus deberes y obligaciones".
Durante los más de dos minutos en los que se desarrolla la escena, la mujer insiste en que los agentes se pensaban "que se iban a encontrar con cuatro extranjeros a los que colarles la minga", y comparte con la autora del vídeo que "se están sobrepasando" y que "no pueden hacer esto".
"Estás provocando", le dice otra integrante de la fiesta, a lo que responde: "No es provocar, tu no puedes aparecer en una casa privada sin orden judicial diciendo que vas a tirar la puta puerta, sin identificarte como funcionario de la policía", rebate ella, y concluye: "¿Y si son cuatro colgados disfrazados?". Mientras tanto, los agentes empiezan a golpear la estructura de la puerta con un ariete, ante el silencio expectante de los jóvenes: "¡La van a petar!". Finalmente, revientan la puerta y aparecen al menos tres policías.
Los agentes detuvieron a nueve de la veintena de jóvenes que participaban en la fiesta por presuntos delitos de desobediencia y resistencia a la autoridad. También sancionaron a 14 de ellos por el incumplimiento de las medidas sanitarias contra la covid-19. La mayoría de los arrestados son de nacionalidad extranjera, a excepción de tres, que son españoles.
Fuentes policiales indican a NIUS que los jóvenes habían alquilado la vivienda, en la madrileña calle de Lagasca, y que sus ruidos, gritos y la música que escuchaban incomodaron a los vecinos, que dieron el aviso. Asimismo, sostienen que la negativa reiterada de la mujer que aparece en el vídeo para evitar la sanción administrativa amparó la intervención de los agentes, tal y como ha reconocido el juzgado.
Además, la inviolabilidad del domicilio en la que se excusa la joven no existe en este caso, al ser un apartamento turístico, cuyo uso, además, no debe estar destinado a celebrar una fiesta.
Las repercusiones legales de la actuación policial recogida en el vídeo ha sido uno de los grandes temas de conversación del día. Un debate reflejado también en las redes sociales. Ha habido opiniones para todos los gustos, aunque los expertos en derecho penal calificaban en su mayoría la acción como "desproporcionada".
"La intervención de la Policía ha sido desproporcionada. Se trata de una infracción administrativa, no de un delito", asegura María José León, abogada penalista, en una conversación con NIUS. "El negarse a abrir la puerta no justifica una intervención de urgencia por parte de la policía", añade León.
El abogado penalista José María de Pablo ha recurrido a las redes sociales para expresar su opinión, contraria a la actuación de los agentes.
"Si el delito flagrante es la desobediencia por la negativa a identificarse, no hay urgencia" para entrar en el domicilio, ya que "la consumación del delito ya se ha producido y no puede evitarse". Por ello, de Pablo considera que los agentes incurrieron en un presunto delito de allanamiento de morada con delito de daños, por los ocasionados en la puerta. Además, aplaude a "la protagonista" del vídeo por "no abrir la puerta sin orden judicial" y por grabar los hechos.
Por su parte, a la presidenta de la sala social del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, Luisa María Gómez, el vídeo le ha puesto "los pelos de punta" y ha recordado a la policía que debe "tener especial cuidado en sus actuaciones". Asimismo, augura que estos hechos acarrearán "serios problemas" al cuerpo.
La fiscal Marta Sánchez ha valorado que su consecuencia será "la imputación de estos policías por cometer un delito como dentro solo haya una fiesta ilegal", y concluye: "Es gravísimo".