Hoy quedará visto para veredicto del jurado el terrible crimen de Godella, en el que dos padres están acusados de matar a golpes a sus hijos, un bebé y un niño de corta edad. Para el padre piden 50 años de prisión. Para la madre el internamiento en un centro psiquiátrico.
Ayer fue el turno de los psiquiatras, los últimos en declarar antes del turno de última palabra y de que el juicio contra Gabriel y María, los parricidas de Godella, quede visto para veredicto.
Los médicos psiquiatras declararon que la madre de los niños sufrió un brote psicótico a causa de las drogas y de la influencia del padre. “He matado a mis hijos porque me lo ha pedido Dios y yo soy María Magdalena”, les dijo la madre a los psiquiatras.
De él dijeron que tiene rasgos narcisistas pero está en perfecto dominio de sus facultades mentales. Por eso, la Fiscalía pide para el progenitor 50 años de cárcel por dos delitos de asesinato y para la madre, diagnosticada de esquizofrenia, el internamiento en un centro psiquiátrico.
Durante, el juicio Gabriel culpó a la madre de las muertes de sus hijos. Aseguró que él estaba dormido y que al despertase la madre le dijo que estaban en un lugar mejor y que “él podría resucitarlos”.
Ella lo acusó a él de la muerte de los dos niños. "Pensé que los había matado la secta, pero ahora creo fue él", dijo María. "Ahora creo que fue él porque estuvo despierto toda la noche, lo tenía todo planeado, si nos mataba a los tres, nadie se enteraría porque al día siguiente nos íbamos de viaje", afirmó en el juicio.
Nadie salvo los padres saben lo que realmente pasó en esa casa de Godella. El jurado popular debe decidir si los indicios son suficientes para condenar a los padres.