A esta hora seguimos muy pendientes del pequeño Julen, el niño de dos años que el domingo se cayó a un pozo de Totalán, en Málaga. Los padres del pequeño han participado con los agentes de la guardia civil en una reconstrucción de los hechos.
Fueron el padre del pequeño y su prima los que vieron caer a Julen mientras jugaba. "Estábamos a dos metros y le vimos caer. Luego escuchamos unos gemidos. Había piedras alrededor pero el agujero no estaba tapado", confirma la prima a Informativos Telecinco. El padre del pequeño ha confesado que ahora mismo se están muriendo y se ha mostrado crítico con los avances aunque reconoce que los especialistas están intentado hacer todo lo posible.
Hasta ahora solo se ha encontrado una bolsa de chucherias y un vaso, que pertenecen al pequeño. Sin embargo, la cámara no ha llegado hasta el pequeño.
Los expertos en prospecciones trabajan contra reloj. Saben que pueden tardar hasta 48 horas en llegar hasta Julen.
Más de 100 efectivos forman el equipo de trabajo. Aseguran que hay esperanzas de que Julen esté vivo porque tras el tapón de arena puede haber una bolsa de aire que le permita respirar. El pozo de Totalán tiene algo más de 100 metros de profundidad y 25 centímetros de ancho, lo que imposibilita que una persona pueda bajar a por él.
Los equipos de rescate barajan tres opciones para sacar a Julen del pozo. Podrían vaciar poco a poco el pozo en el que se encuentra el niño, cavar uno a cielo abierto o hacer otro paralelo. Las otras alternativas son abrir un túnel paralelo y excavar a cielo abierto para crear otra vía de acceso. Todas entrañan el mismo riesgo. Cualquier alteración en el terreno puede ocasionar un desprendimiento.