Ya han pasado más de 48 horas desde la desaparición de Julen y pueden pasar hasta 48 horas más. Así lo ha manifestado ante los medios de comunicación Alfonso Rodríguez, delegado del Gobierno en Andalucía, quien ha reiterado la complejidad de la operación que se está llevando a cabo para encontrar al pequeño, señalando que es la primera vez que se da un rescate de este tipo en el mundo.
El niño, de dos años, cayó por un pozo de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad cuando jugaba en una finca en Tolalán, Málaga. Así lo ha explicado su padre, quien, junto a una prima, presenció a escasa distancia el momento en que se producía el terrible accidente.
Durante la caída, el pequeño arrastró consigo piedras, tierra y raíces que terminaron generando un enorme tapón en el estrecho túnel. Por eso, tras barajar diversas fórmulas para llegar hasta él sin provocar desprendimientos o derrumbes, –entre las cuales se encontraban excavar a cielo abierto, intentar romper el tapón de tierra formado en el pozo o abrir un túnel en paralelo–, descartadas todas ellas por su elevado riesgo, finalmente se ha decidido atacar lateralmente la zona, llevando a cabo una excavación en perpendicular para conseguir, a través de una galería, llegar hasta el punto donde se cree que está el pequeño, debajo del tapón.
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No obstante, las incógnitas son muchas y, con ello, la dificultad de la operación es muy grande. Por eso, pese a que todos los efectivos que participan en el rescate saben que luchan contra el tiempo, son conscientes de que no pueden precipitarse ni cometer imprecisiones, puesto que, como ha indicado Bernardo Moltó, portavoz de la Guardia Civil en Málaga, “se trabaja siempre con la idea de que Julen está vivo”, por lo que la prioridad es su seguridad.
En este sentido, Rodríguez ha precisado que se necesitarán unas 48 horas más: “En torno a 48 horas acometeremos dos túneles en previsión de que algunos de los dos tenga éxito”, ha dicho, enfatizando, en la misma línea que el portavoz de la Guardia Civil, que “la prioridad es localizar al pequeño” cuanto antes.
Para ello, una auténtica oleada de efectivos, empresas, administraciones colaboradoras, organismos, técnicos y especialistas, –entre los que se encuentran los que rescataron a los mineros chilenos–, se han sumado y solidarizado con la causa para intentar ayudar en el rescate.