La manta hallada, a 600 metros de las jaras donde fue encontrado el cadáver de Laura Luelmo, tiene restos de sangre. También ha aparecido, --junto al cementerio del pueblo--, una bolsa con las llaves, un monedero y objetos de higiene personal de Laura Luelmo, según ha informado Alejandro Requeijo en El Programa de Ana Rosa.
El acusado, Bernardo Montoya, le ha explicado a los investigadores que en esa manta trasladó a la chica. Ha aparecido cerca de un cementerio, próximo al lugar donde fue hallado el cadáver.
Poco a poco la investigación va dando sus frutos. En el registro de ayer de la casa de Montoya, los agentes hallaron restos de sangre que podrían ser de Laura Luelmo. También han podido verificar que limpió su casa con lejía para intentar borrar todas las pruebas que le incriminaban. Hoy es posible que el detenido participe en una reconstrucción de los hechos en el lugar donde apareció el cadáver de la joven. Los investigadores están convencidos de que la chica no murió allí. Montoya dice que la dejó inconsciente el mismo día de su desaparición.
Para los investigadores nada, o casi nada de la versión del detenido concuerda con lo que aportan las pruebas y la autopsia. Él dice que la golpeó con su coche pero la chica de 26 años murió de fuertes golpes con un objeto contundente, como si hubiera recibido una paliza. Igualmente dice que no la llegó a violar y la autopsia confirma que sí.