Los menores empiezan a beber alcohol a los 14 y el 48% lo hace con permiso de los padres

  • El botellón no cesa pero la crisis redujo el consumo

Un 48,3% de los menores que consumen alcohol lo hagan con el consentimiento de la familia. Se inician a los 14 años. Esa frase de “por una cerveza o un vino no le va a pasar nada… o así se hace un hombre, yo también bebía y no pasa nada”, siguen, aunque nadie lo crea, en el ambiente de muchos hogares. Y hay muchos mitos a desterrar.

No se da importancia al alcohol, al que se teme menos que a las drogas o a la inseguridad en la calle. Es la idea que se mantiene de que el alcohol es algo cotidiano. Y no. Porque aunque digamos eso de yo también vivía a su edad, el alcohol provoca problemas hepáticos, deterioro cognitivo del sistema nervioso central, insuficiencia cardiaca, úlceras de estómago, inflamación del páncreas, trastornos de ansiedad, de personalidad o irritabilidad.

El filósofo, escritor y pedagogo José Antonio Marina, que forma parte del comité científico de la FAS señala de forma clara el triángulo de las Bermudas del hábito con el alcohol: la familia, los profesores del colegio y su grupo de amigos. Su programa “Menores ni una gota”, en el que están implicadas 37.000 familias y 16.000 centros escolares quiere antes de nada retrasar el consumo de alcohol temprano.

Marina destaca el papel de las familias respecto al alcohol. “Muchas de ellas no saben cómo actuar. Si deben imponerse, regañar a sus hijos. Están tan sumamente desorientados que, al final, miran para otro lado. A muchas familias les preocupan estas costumbres que se han extendido y que no saben cómo tratar. La clave no es demonizar el alcohol, sino introducir la premisa de que el consumo de alcohol en menores no es negociable. Con eso, les damos un argumento clave y sólido". Si no se puede conducir hasta los 18 tampoco beber. Las campañas de la fundación, además de destinadas a los propios menores, se dirigen a profesores (también pieza clave en el día a día de los adolescentes), las familias y a lo que se denomina el bebedor pasivo y ahí es donde los que no beben pueden ejercer influencia sobre el bebedor.

La crisis redujo el consumo

Los resultados de la encuesta de la FAS que revela que la extensión del consumo de alcohol en los adolescentes se ha reducido en los últimos años, desde 2011 hasta 2014, "probablemente por el efecto de la crisis económica, al reducirse la capacidad adquisitiva de las familias". De este modo, en 2011, el 55,5% de los menores afirmaba haber probado el alcohol y un 44,2% decía ser abstemio; mientras que en 2014, un 47,5% de los menores señalaba haber bebido alcohol y un 52,3% aseguraba no haber consumido estas bebidas.

El botellón sigue

De los escolares encuestados, el 65,9% manifestó haber bebido con sus amigos, el 16,9%, con sus compañeros, y el 15,6% con su pareja. El 6,4% dijo que había bebido con su padre y el 5,8%, con su madre. En cuanto al lugar donde consumen alcohol, el más habitual es la calle (59,9%), el bar o la discoteca (44,8%) y la casa de amigos (31,9%). En cuanto a la frecuencia con la que los menores hace 'botellón', según la FAS, el 14% reconocer beber casi todas las semanas, el 18,9% lo hace una vez al mes, el 26,8% consumo una o dos veces a la año y el 35,5%, nunca.