La red social Twitter es el medio de comunicación que ha elegido Miguel Ángel Rodríguez para mostrar su arrepentimiento en público, tanto ante la sociedad por su mal ejemplo, dice, como ante los tres propietarios de los vehículos que acabó golpeando. En una información que recoge hoy el diario El Mundo, el que fuera portavoz del gobierno de José María Aznar le llegó a decir a los agentes, la misma noche del siniestro, que se lo había bebido todo. El atestado recoge que tenía dificultades para mantenerse en pie y que su aliento desprendía un fuerte olor a alcohol, algo que se acabaría corroborando en el test posterior, ya que cuadruplicaba la tasa permitida. Según la asociación estatal de víctimas de tráfico, su conducción en estado ebrio echa por tierra las campañas de la DGT ya que se trata de un personaje público. Otro más en una lista de malos ejemplos al volante. Como el que dio en 2010 su compañero de partido y entonces vocal de la Comisión de Seguridad Vial, Ignacio Uriarte. Que tuvo que dimitir de ese cargo después de dar positivo en otro control de alcoholemia. Lo mismo que le ocurrió el pasado octubre al presidente de la Federación Española de Automovilismo, Carlos Gracia, sancionado sin permiso de conducir durante ocho meses. Una conducción temeraria afortunadamente sin víctimas que también persigue por otros motivos a cuatro jugadores del Real Madrid. Como Benzema, cazado a 216 kilómetros por hora. O Marcelo, que se saltó un ceda al paso sin ningún punto en su carné.