La víctima mortal estaba cenado en una zona de restaurantes de Torremolinos junto a su pareja cuando un encapuchado se bajó de un coche y le pegó dos tiros a bocajarro en la cabeza y el pecho. El hombre quedó tumbado en el suelo. Los servicios de emergencia lo trasladaron al Hospital Regional de Málaga pero falleció mientras los médicos lo atendían.
La policía baraja la posibilidad de que se trate de un ajuste de cuentas. En el restaurante, la Policía Científica ha recogido pruebas encuentra cinco casquillos de bala.
Tras el tiroteo, el autor de los disparos abandona el establecimiento. Se dirigió a una furgoneta estacionada en la misma calle donde le esperaba su cómplice. En ella se dieron a la fuga.
Hace semanas un suceso similar ocurría en Estepona, también en la provincia de Málaga. Un hombre fue secuestrado mientras cenaba en un restaurante en una zona muy turística. El hombre intentó huir pero sus secuestradores corrieron tras él y lo metieron a la fuerza en un coche.