Sillas y mesas volaban por los aires en el final de la noche del sábado en Puerto de Mazarrón, en Murcia.
Todo apunta a que unos jóvenes increparon a una mujer y sus amigos le defendieron. Pero según los testigos no tuvo nada que ver con eso: “Fue por una tontería. Alguien fue a pasar y le pegó un empujón a un chico y no se dio cuenta. No le pidió perdón, y entonces se puso un poco nervioso y volaron sillas”.
El desenlace: un herido por cortes de botella y un detenido.
Esta no es la única trifulca en Murcia. “Hay mucha gente joven, beben alcohol…empujan a su novia o cualquier cosa y se monta el lío”, subraya un vecino. “Donde haya pubs, discotecas… cuando no es uno es otro”, explican.
Muchos de ellos ven con temor la llegada del fin de semana ante peleas multitudinarias como la acontecida en el puerto.
Por su parte, en Campoamor, recientemente un suceso de esta índole también avivó la tensión. La salida de una discoteca se convirtió en una lluvia de puñetazos y patadas. Y cuando parecía que habían terminado, volvían a la carga.