Nada más y nada menos que seis toneladas de revistas pornográficas. Eso es lo que pesaba la colección que había acumulado Joji, un hombre de 50 años de edad, en el domicilio donde vivía, en Japón.
Tras su fallecimiento, su cuerpo sin vida fue descubierto seis meses más tarde, cuando el casero entró en la vivienda para descubrir por qué no había pagado el alquiler.
Concretamente, fue un miembro del servicio de limpieza que había contratado inmediatamente después para deshacerse discretamente de las revista de contenido adulto explícito, –sin que los vecinos se enterasen–, el que reveló la trágica muerte.
Para su sorpresa, se encontraron con que cada habitación, cada estantería, cada mesa y cada rincón estaban cubiertos de material pornográfico. Como si del síndrome de Diógenes se tratase, pero exclusivamente acumulando las 'revistas de dos rombos'. Y allí, entre la inmensa 'colección X' que la compañía de limpieza pesó asegurando que sumaban un total 6.000 kilos, sepultado, se hallaba Joji.
Antiguo fabricante de automóviles, las circunstancias de su muerte se dirimen entre conocer si fue por un ataque al corazón o si fue el increíble montón de revistas lo que le cayó encima, aplastándole, tal y como apunta el medio británico The Sun.