Similares a los taparrabos que ya usaban los hombres de las cavernas, los tangas vieron su boom en el año 2.000. La ropa íntima llevada a la mínima tela se convertía en el must de adolescentes y no tan adolescentes, pero ¿su uso es recomendable?. Muchos han sido los detractores de esta moda y defensores de la vuelta a la braga.
Las ginecólogas Jill M. Rabin y Shieva Ghofrany han abordado el tema en el The Huffington Post queriendo dejar claro que "si alguien está sano, no hay realmente ningún peligro". Bien es cierto que son bastante amigos de las infecciones e irritaciomes. "El problema es que si usted tiene una predisposición a contraer infecciones, ya sea urinaria o vaginal, puede ser más difícil deshacerse de ellas".
Por otra parte, las doctoras destacan la importancia de que toda ropa interior sea de algodón. Así, aseguran que la mayoría de los tangas de encaje y no transpirables predisponen a humedad y, por tanto, a infecciones. Además, remarcan que muchos de ellos sí son de algodón en la entrepierna pero no los hilos que la sustentan. “Sólo se tiene que mover uno o dos centímetros para terminar depositando bacterias del colon en la vagina o en la uretra” así como que la vulva está mucho más expuesta a otras posibles bacterias procedentes de las medias o leggins, también tan de moda en la actualidad. Así como informan de que también pueden complicar unas hemorroides.
Por otro lado, subrayan que el tanga es un ciclo vicioso. Las mujeres tratan de luchar contra las posibles bacterias con toallitas húmedas que, a su vez, se convierten en foco de infecciones.
Aún así no quieren destapar ninguna alarma. La mujer puede llevar tanga siempre y cuando esté sana y para ello sólo tiene que tener en cuenta detalles tan simples como comprar tangas de algodón y mantener una higiene íntima apropiada.