Los ministros de Interior y Cultura lo han presentado tras ser recuperado en Estados Unidos por la Guardia Civil. La fiscalía americana se resistió a entregarlo argumentando que no era el original. Lo había adquirido un coleccionista de Texas en una casa de subastas belga, como si fuera una copia. Lo descubrió una conservadora catalana en un catálogo de la subasta y alertó a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Con la ayuda de los agentes de criminalística pudieron demostrar su autenticidad ante los americanos. Hace años el ladrón de arte, Erik el Belga, confesó el robo al cura de la Roda y explicó que lo vendió a un anticuario alemán por 30.000 pesetas. Durante casi 40 años ha recorrido media Europa de mano en mano. Ahora esta joya valorada en 300.000 euros ha vuelto a España.