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Un estudio revela que más de 3,3 millones de mujeres estadounidenses de entre 18 y 44 años fueron violadas la primera vez que tuvieron relaciones sexuales.
El estudio, publicado en la revista médica 'JAMA Internal Medicine', señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la iniciación sexual forzada, "una primera relación sexual no deseada que es forzada o forzada físicamente", como una manera distinta de violencia sexual.
"Creemos que es exacto describir estos eventos como una violación", dijo la doctora Laura Hawks, médica de atención primaria e investigadora de la facultad de Medicina de Harvard, coautora del estudio.
El informe indica que el 6,5% de las mujeres encuestadas tuvieron una primera relación sexual no deseada que fue forzada o coaccionada y que "parece ser común". Los investigadores estimaron que era una de cada 16 mujeres estadounidenses.
La edad promedio de las mujeres que experimentaron iniciación sexual forzada fue de 15,6. La edad promedio de la pareja o agresor en ese momento era 6 años mayor. Entre las mujeres cuya primera relación sexual fue voluntaria, la edad promedio fue de 17,4.
Alrededor del 50% de las mujeres encuestadas apuntaron que el autor era mayor y más del 46% fueron retenidas. En el 56% de los casos, los hombres usaron presión verbal. Y en más del 25% causaron daños físicos. Alrededor del 22% de las mujeres fueron drogadas.
Esto llevo a que las mujeres enfrentaran consecuencias a largo plazo, como el aumento de las tasas de VIH, enfermedades de transmisión sexual, enfermedad inflamatoria pélvica, endometriosis y problemas menstruales. Más del 30% aseguró que tuvo un primer embarazo no deseado y el 24% afirmó que alguna vez había tenido un aborto en su vida, porcentajes más altos que entre las mujeres cuya primera relación sexual fue voluntaria.
Investigaciones anteriores han demostrado que más del 40% de las mujeres han experimentado algún tipo de violencia sexual en su vida, y la mitad de ellas han sido violadas. La encuesta fue realizada a 13.310 mujeres. Los datos provienen de la encuesta nacional de familia y crecimiento de 2011 a 2017.
"Es probable que un médico en ejercicio vea a varios pacientes cada semana que hayan experimentado esta forma de trauma", escribieron los autores, añadiendo que los galenos deberían desarrollar herramientas para identificar y ayudar a las personas que lo han experimentado.