Vecinos de Lorca relatan por qué piden regular la cercanía de las granjas a las viviendas: "No se puede ni abrir la ventana"

Mientras continúan produciéndose detenciones en Lorca tras la irrupción de una treintena de ganaderos en un edificio municipal cuando se celebraba una reunión con el alcalde para debatir la normativa sobre la distancia entre las nuevas macrogranjas y las zonas urbanas, Informativos Telecinco ha querido acercarse al origen de la protesta que acabó en asalto.

En el terreno, pronto se aprecia como en el Valle del Guadalentín, y concretamente en la propia comarca de Lorca, encontramos explotaciones prácticamente encima de zonas habitadas, como por ejemplo una granja porcina a solo 37 metros de donde se encuentran los vecinos.

“Los olores, cuando empieza ya el calor, las moscas…”. “No se puede abrir la ventana, ni en invierno ni en verano. Una cosa es por la peste y otra por las moscas”, denuncian los afectados.

En muchos casos la construcción de la granja es muy posterior a la construcción de las viviendas, y a los problemas del día a día, como olores, ruido o acumulación de residuos se le añade otro gran problema para los propietarios: la gran devaluación de sus viviendas.

“Hay dos chalets a 300 metros de aquí y llevan vendiéndolo…” cuenta un hombre de la zona, haciendo ver que llevan una eternidad intentándolo en vano.

Encontrar una solución que sea aceptada por todos los implicados no es fácil, y la tensión estalló concretamente después de que varios exaltados, desgajados de la manifestación a la que se habían sumado Partido Popular y VOX, tomasen el edificio municipal con una violencia que los policías locales no pudieron controlar.

De hecho, mientras se sigue identificando a los participantes en el asalto de hace dos días en las dependencias del Ayuntamiento, algunos de los detenidos han reconocido la violencia empleada y han dicho llegar allí engañados por políticos, mientras desde el PSOE de Lorca señalan directamente a miembros del PP y VOX.

Varios de los implicados están acusados de desórdenes públicos y atentado contra la autoridad por unos hechos que el alcalde, Diego Mateos, calificaba de “atentado a la democracia”.

La próxima semana, Ayuntamiento y representantes del sector, con más calma, volverán a sentarse y tratarán de alcanzar un consenso que no se prevé fácil.