Las autoridades recomiendan permanecer en casa, el único refugio seguro para mantenerse a salvo de este frío polar, que muchas generaciones de estadounidenses no conocían. Con los sistemas de calefacción al limite las compañías suministradoras empiezan a advertir a la gente de que mantengan sus casas entre 15 y 17 ºC para que llegue a todos y evitar averías por sobrecarga, como las ocurridas en el medio oeste.
En Mount Carroll, Illinois, los servicios de meteorología registraron una temperatura de 38 grados bajo cero el jueves, lo que supone un mínimo histórico, suplantando el récord anterior de menos 36, según ha publicado The New York Times.
Fuentes y lagos congelados, calles y carreteras cerrradas, oficinas que han permanecidos sin servicio durante las semana y que esperan poder reabrir este viernes, gracias al pronóstico de los expertos que prevén la llegada de la lluvia y una ligera subida de las temperaturas, al menos hasta 0ºC.
Este jueves las aerolíneas habían cancelado más de 2.300 vuelos en Estados Unidos, según FlightAware y el día anterior las cancelaciones superaron los 2.700 en un escenario de parálisis y desconcierto.