En pleno verano, a 30ºC de temperatura, los padres no dudaron en vestir a la niña de forma liviana y con una prenda, que además, es la favorita de la niña.
No imaginaban que a esas edades algo pudiese ser "inapropiado". "No creo que ninguna niña deba preocuparse por lo que expone cuando se viste para ir a la escuela o cualquier otro lugar", ha añadido, según publica el diario Metro.
El vestido de Lola, argumenta la guardería Little Years Nursery School, es demasiado estrecho. Tiene cinco centímetros de amplitud respecto al cuerpo de la pequeña. Por lo que, según su política interna, se debe cubrir y poner un top encima.
Por su parte, los padres han descrito la situación vivida como incómoda ya que la niña "no lo va a entender", "ella va a pensar que ha hecho algo mal, cuando no es cierto", explica su madre.