Jesús, portavoz del equipo de repescado, a la hora de negociar con los trueques se convierte en el blanco de las críticas de María José. Durante una discusión, Jesús se ha quemado la mano con la mano y después de salir de la casa, se ha puesto a llorar desesperado: “Me voy a volver loco. No está conforme con nada”.