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Chiqui nos acaba de visitar en ‘Sálvame’ para relatar el infierno que vive tras su separación de Borja. Al parecer, sus suegros le hacen la vida imposible, les acusa de insultarla en presencia de uss hijas y de haber ido más allá: según Chiqui, su suegra habría roto de una patada la puerta de su casa.
Sin embargo, este es el último episodio de un problema que empezó con la separación de la pareja hace un año…
Chiqui y Borja se dieron el ‘Sí quiero’ ante los espectadores y s que se casaron en el ‘Templo del amor’ de las ‘Bodas de Sálvame’. Fue en el año 2013 pero desde ese momento tan feliz han pasado muchas cosas…
Seis años después, con dos hijas en común y tras varias crisis, la propia Chiqui confirmaba que se estaba separando de su marido. “Sí, la noticia es cierta, por el bien de mis hijas y por el mío”.
Y, tras declarar ante el juez, ambos se pronunciaron también esta vez a través de las redes sociales. “Hoy toca hundir el último papel, él último paso, y pasar de ciclo. La vida son etapas que te hacen ser más fuerte y reconocer quién fuiste y quién eres ahora”, escribía ella mientras él prefería otro tono: “Estoy a dieta de pensamientos malos, personas destructivas y de cosas que no me convengan”.
Nos dibujó un perfil que no conocíamos de Borja en la entrevista que dio tras su separación: “He vivido un infierno durante cinco años, se tiraba todo el día en el ordenador, en las relaciones no se deben tolerar según qué cosas, ni siquiera por los hijos”. Es más, llegó a confesar que sintió “miedo” tanto por ella como por sus hijas.
Tras la noticia del divorcio también habló la hermana de Chiqui, que nos contó que desde que se quedó embarazada de su segunda hija, Borja tenía “totalmente anulada” a su hermana: “Le habíamos dicho cosas que no nos gustaban, le encontrábamos trabajo y no quería”.
Poco a poco, conocimos más datos de lo ocurrido hasta la separación, como la drástica decisión que tomó la exconcursante de ‘GH’ en el parto de su segunda hija: “Decidí hacerme una ligadura de trompas para no tener más hijos con Borja”.
De hecho, Chiqui nos dibujó la curva de su relación y nos confesaba entre lágrimas: “No quería ni estudiar ni trabajar, el dinero lo llevaba yo a casa”.