Los supervivientes, en un mar de lágrimas al tener que escoger entre una recompensa personal o un gesto de compañerismo

Los supervivientes de Playa Condena perdieron muchos de sus objetos personales en el cambio exprés de playa y Poseidón ha querido darles una oportunidad para recuperarlos en ‘El dilema de los dioses’. Pero no ha sido una tarea fácil: Miri, Ángel, Gorka, Blanca, Marieta y Javier han tenido que escoger entre un objeto o recompensa personal frente a un gesto de compañerismo y cualquiera de las dos opciones llevaba una penitencia.

‘El dilema de los dioses’ al que se han enfrentado los concursantes de Playa Condena no ha sido una misión sencilla. Primero, han tenido que escoger un color para descubrir qué penitencia les correspondía. Si decidían sacrificarse y aceptar la penitencia, tenían la posibilidad de escoger entre dos opciones: una, más personal, y la otra, para el beneficio de algún compañero o de todo el equipo.

Miri elige cuatro latas de comida para todos en vez de su pintalabios con mensajes personales

Miri Pérez-Cabrero ha sido la primera en enfrentarse a 'El dilema de los dioses'. Para Miri, su bote de pintalabios en el que sus amigos y familiares le escribieron mensajes antes de poner rumbo a Honduras es realmente especial y estaba deseando recuperarlo.

Pero cuando la superviviente se ha enterado de que tenía que escoger entre su pintalabios o cuatro latas de comida para todos, ha optado, entre lágrimas, por la comida. ¿Su penitencia? Ser mayordomo en Playa Olimpo durante un día.

Ángel Cristo escoge tortitas con café para todos frente a una llamada con Ana, su novia

La penitencia para Ángel Cristo: pasar un día esposado junto a Blanca, lo cual ha asegurado que no era un problema para él.

Pero sí que lo ha sido escoger entre una llamada con su novia, Ana, o una bandeja llena de tortitas y dos jarras de café para compartir con el resto de su equipo.

Entre lágrimas, el hijo de Bárbara Rey ha pronunciado: “Ana, lo siento mucho, pero elijo la comida para los compañeros”.

Gorka opta por la toalla de la hija de Javier Ungría en vez de un festín de pollo con patatas para él

Gorka ha tenido que escoger entre una gran bandeja de patatas fritas y un pollo asado, que solo podía comer él, frente a la toalla de la hija de Javier Ungría, que se dejó en el traslado exprés de playa y que había explicado que era muy importante para él. ¿Su penitencia? Pescar cinco peces durante un día, ¡una idea que ha encantado al superviviente!

Entre lágrimas, Borja ha explicado lo importante qué es Javier para él en su aventura de ‘Supervivientes’ y por el objeto de Javier: “Tenemos mucha hambre, pero como el líder, me toca dar ejemplo. Puedo aguantar con los cocos, y Miri y Ángel han tenido gestos preciosos. Voy incluso a llorar, Javi es la persona que más me ha sorprendido, es el apoyo más grande que tengo, sé que su hija es todo para él y voy a coger la toalla”.

Blanca escoge una foto familiar antes que dos almohadas para compartir

La penitencia que Blanca ha aceptado era la de pasar un día a ciegas, sin ver absolutamente nada, y, además, esposada a Ángel Cristo, por la penitencia que ya había aceptado el hijo de Bárbara Rey.

La deportista ha tenido que escoger entre una foto con su marido y sus hijos o dos almohadas para compartir con el resto de los compañeros. “La foto, evidentemente, os quiero muchísimo”, ha pronunciado Blanca, a la vez que agarraba la foto de su familia emocionada.

Marieta elige las gafas de buceo frente a su ropa interior

Marieta llevaba días quejándose de que se había olvidado parte de su ropa interior en la otra playa y en ‘El dilema de los dioses’ ha tenido la oportunidad de escoger entre “sus braguitas” o unas gafas de buceo para todos.

Como la penitencia que tenía que cumplir era la de ir en taparrabos, la superviviente ha terminado optando por las gafas de buceo para todos. “He pasado de no tener bragas a no tener ropa”, bromeaba.

Javier Ungría se decanta por el fuego y deja atrás su saco lleno de pertenencias

Javier ha sido el último en someterse a ‘El dilema de los dioses’ y ha tenido que escoger entre recuperar su saco, el cual se olvidó en su totalidad durante el cambio exprés de playa, o el fuego, que tanto llevaban ansiando en Playa Condena desde hace días.

Ungría ha decidido cumplir la penitencia de ceder su ración de comida durante un día al otro equipo y se ha quedado con el fuego para todo el equipo.