Un hombre con síndrome de Diógenes aterroriza a sus vecinos en Maracena (Granada). Denuncian que no pueden ni abrir la puerta por el fuerte hedor, que les ha destrozado el portal y que incluso les ha amenazado de muerte. Al parecer, el hombre tiene diagnosticado un problema de salud mental pero lleva años sin medicarse y su familia no ha podido incapacitarle.

La basura alcanza casi el medio metro en la casa de este hombre. La hay por todos lados, lo que provoca fuertes olores. Además, ha llegado a tener inundado el patio con aguas fecales.

Su puerta está destrozada, aunque apenas se puede entrar dado que los restos de todo tipo de cosas dificultan la entrada. El hombre tiene 61 años y lleva ocho complicando la vida del resto de propietarios, cuenta que sufren esquizofrenia paranoide pero hace años que dejó de tomar la medicación, a lo que se suma el abuso de alcohol y drogas.

Los vecinos han grabado todo tipo de vídeos en los que vemos cómo se va dejando la música a todo volumen. Además, se enfrenta a ellos. "Echa para allá, no te me arrimes ¿Dónde vas?", le preguntaba uno de ellos al sentirse intimidado.

También se quejan de amenazas, robos e incluso agresiones. La situación se ha convertido en un problema de salud pública además de una pesadilla y un problema de convivencia.

Un equipo de 'Vamos a ver' liderado por Paco Ballesta ha intentado hablar con él, pero el hombre salía de su casa con una enorme barra de metal y, cuando el reportero le decía que acumula ya 300 denuncias, él replicaba: "Claro, porque si me entran a robar en mi domicilio por culpa de ellos..."

En la calle, decía no querer "paparazzis" en su casa pero, ya más tranquilo un poco después, desmentía haber agredido a nadie: "Eso es mentira".

Decía no notar ningún olor, Paco le demostraba que no podía ni abrir la puerta por los deshechos, pero él le respondía: "Tengo síndrome de Diógenes, no me molesta nada, me molestan los vecinos, que son ellos la basura".

En directo en 'Vamos a ver', los vecinos nos decían que no aguantan más. Uno de ellos cuenta que le amenazó con un cuchillo de cocina a las seis de la mañana: "Cuando oí los golpes, salí y vino a por mí".

Silvia nos dice que sufre una depresión a consecuencia de esta situación: "Me picó a las siete de la mañana, abrí y me arrastró hasta el primero con un pincho para poder saltar hasta su casa".

Otro de los hombres nos explicaba que sufre brotes psicóticos y que los especialistas les han explicado que en esos momentos cree que todo el mundo le va a atacar.

Y es que, según su relato, el hermano de su vecino ha intentado ayudarle en alguna ocasión pero vive en Londres y sus padres no pueden hacer nada porque les agrede: "Es que va a pasar algo, esto es de broma".

Todos se mostraban desesperanzados, ahora están en conversaciones con el alcalde de la localidad, que a su vez se ha puesto en contacto con los servicios sanitarios.