Macedonia abre su frontera a los inmigrantes debido a la presión internacional

Unos huyen de la guerra y de la barbarie del Estado Islámico, otros del hambre y de un horizonte sin futuro para sus familias en sus lugares de origen. Vienen con lo puesto desde hace semanas desde Siria, Afganistán, Irak, Pakistán y Somalia, entre otros países. Su objetivo es alcanzar la zona Schengen, la que engloba a los territorios prósperos del centro y norte de Europa, en busca de esa oportunidad de supervivencia, pero la frontera norte de Grecia, una escala de su recorrido, se ha convertido para miles de ellos en su nuevo gran obstáculo que sortear. Todo después de que la vecina Macedonia haya decretado el estado de emergencia por una presión migratoria que este viernes decidía reprimir por la fuerza con gases lacrimógenos. Ante los ojos de familias y niños desesperados por la situación. Esta misma madrugada cerca de 600 personas han podido subirse por fin a los trenes que los llevan desde Macedonia a Serbia. La nueva parada con la que siguen soñando los miles de inmigrantes que se quedan en la frontera con Grecia, a la espera de su oportunidad mientras duermen a la intemperie, entre el frío y la lluvia como cuenta este refugiado sirio, sin apenas comida ni agua para los suyos. En los últimos dos meses han entrado en Grecia más de 40.000 personas, una cuarta parte de los que han llegado en lo que llevamos de año. Catástrofe humanitaria que también continúa por mar. En las últimas horas han llegado cientos de inmigrantes en barcas neumáticas a la isla griega de Lesbos, 89 refugiados sirios han sido rescatados en aguas turcas y en las costas de Libia, se han localizado 18 embarcaciones con unos 2.000 inmigrantes a bordo.