Málaga ha hecho efectiva este mes la extinción de las 25 licencias del servicio de paseo turístico en coche de caballos. Una medida anunciada por el alcalde Francisco de la Torre el pasado mes de enero durante el Debate del Estado de la Ciudad. El asunto venía de largo, porque durante años, entidades animalistas y algunos partidos políticos habían reclamado la desaparición de esta actividad, señalando las condiciones de estrés y el calor que sufrían los animales, obligados a caminar durante horas sobre el asfalto tirando de carruajes turísticos. La decisión del Ayuntamiento ha puesto fin a una práctica que, si bien formaba parte del paisaje turístico de la ciudad, generaba preocupación por el bienestar de los caballos. El alcalde, en su día, explicó que había manteniendo conversaciones con los titulares de los coches de caballos para indemnizarles, dado que las concesiones tenían aún varios años de vigencia. Sin embargo, el futuro de los caballos quedó en el aire hasta este mes, cuando una iniciativa solidaria ha logrado asegurar su traslado a un entorno más adecuado. En este contexto entra en escena Anne, residente en Mijas y presidenta de la asociación Burrito y Caballo Libre. Ante la proximidad del cierre definitivo de los establos, ella y una amiga decidieron actuar para garantizar que los animales tuvieran un futuro digno. "Hola, me llamo Anne. Vamos a comprar caballos de carruaje retirados de Málaga. Deben salir de las cuadras antes de finales de octubre. Serán enviados a un bonito refugio llamado A Better Life 4 Horses, situado en la Axarquía", explicaba en una campaña iniciada en GoFundMe para recaudar fondos. Los caballos, que hasta ahora estaban encerrados en un espacio demasiado pequeño, enfrentaban un futuro de lo más incierto tras la desaparición definitiva de los coches de caballos. Gracias a la campaña de Anne y una amiga, la mayoría de los animales podrán convivir en ese refugio de la Axarquía malagueña, que cuenta con 14 hectáreas y que es un entorno mucho más adecuado para su bienestar. Anne relata que ella y su amiga aportaron 2.000 euros cada una de su propio bolsillo, y que gracias a la campaña de crowdfunding consiguieron otros 1.400 euros. "Había caballos viejecitos que se vendían por 500 euros, pero otros muy jóvenes costaban hasta 4.000, 3.000 o 1.200 euros. Ahora mismo solo queda uno para que estén todos a salvo", explica. Se trata de uno de los animales de mayor valor económico ya que no tiene más de cinco años, es manso, está castrado y goza de una estupenda salud: "nos gustaría que alguien lo comprara para llevarlo junto a los demás", dice Anne. La operación ha contado con la colaboración de Concordia, de la asociación "Todos los Caballos del Mundo", que fue quien dio la voz de alarma sobre la urgente venta de los animales, así como de la empresa Factor 3 Event y del propio refugio A Better Life 4 Horses, que también contribuyó a la compra de algunos ejemplares. Con la extinción de las licencias y la retirada de los coches de caballos, las calles de Málaga han quedado vacías de carruajes. Sin embargo, la oleada de solidaridad, que se activó rápidamente, ha permitido que estos animales tengan un nuevo comienzo en un entorno seguro, donde podrán disfrutar de pasto, sombra y compañía de otros ejemplares, muy diferente a las cuadras urbanas donde pasaban sus días de trabajo. Mientras tanto, Antonio Domínguez, portavoz de los cocheros de Málaga, ha mostrado su agradecimiento a esta labor solidaria: "nosotros queremos que sigan en buenas manos y sé que de esta forma lo van a estar", asegura días antes de ver como los establos de Teatinos cierran definitivamente. "Llevan tiempo trabajando y ahora les toca descansar como buenos jubilados", dice Antonio. Por su parte Anne solo espera que quien compre al último ejemplar que queda en las cuadras municipales pueda llevarlo junto al resto, y no a Sevilla, donde sí siguen existiendo los coches de caballo turísticos.