Buscan en Lepe a Eduardo, un joven de 38 años desaparecido cuando iba a trabajar: "Se lo ha tragado la tierra"
Eduardo, de 38 años y vecinos de Lepe, salió de casa a las 7:30 de la mañana rumbo al trabajo, paró en una tienda como hacía cada día y desde entonces no hay rastro de él
La familia descarta que se marchara voluntariamente y asegura que "jamás dejaría a su hijo", un niño de 11 años con el que vive en el municipio onubense
HuelvaLa familia de Eduardo, un joven de 38 años vecino de Lepe, Huelva, vive desde hace casi una semana una angustia que va en aumento. Desde la mañana del pasado 4 de noviembre nadie sabe nada de él. "Salió de casa a las siete y media, como siempre, rumbo al trabajo. Paró en una tienda de alimentación, como hacía todos los días, y a partir de ahí se le pierde la pista", cuenta su cuñada, Zaida Romero, entre la preocupación y la incredulidad.
Eduardo trabaja en el campo, un empleo común en la zona. Aquella mañana debía incorporarse a su jornada, pero no llegó. Fue su jefe quien, extrañado al no verle aparecer ni conseguir contactar con él, alertó a la familia. Desde entonces, no hay rastro. "Es rarísimo, como si se lo hubiera tragado la tierra. Nadie lo vio después de esa parada. Es un joven muy conocido en el pueblo, y sin embargo nadie ha visto nada", lamenta Zaida.
Eduardo vive en Lepe, en casa de su abuelo, junto a su hijo de 11 años. Recientemente se había separado de su mujer, una mujer de origen marroquí con la que residía anteriormente en Málaga. "La hemos llamado por si se hubiera puesto en contacto con ella, pero tampoco sabe nada", explica su cuñada.
La familia descarta una desaparición voluntaria
La familia insiste en que Eduardo no se marchó por voluntad propia. "Jamás dejaría a su hijo así, sin avisar, es imposible. Por eso tememos lo peor", confiesa Zaida, visiblemente afectada. "No sabemos qué pensar, pero algo malo ha tenido que pasarle".
Según la familia, Eduardo no tenía enemigos conocidos ni antecedentes de problemas graves. "Nunca se había metido en líos, más allá de lo normal. Y estamos seguros, al 200%, de que no tiene nada que ver con drogas ni narcotráfico. No puede ser un ajuste de cuentas. Es un chaval normal, trabajador, tranquilo", insisten.
Desde el momento en el que se conoció la desaparición, amigos y allegados se han volcado en la búsqueda del joven. "Sus amigos han salido con las motos por el campo, por los caminos, por las zonas donde solía ir, pero no han visto nada. Ni una pista", relata Zaida.
La denuncia fue presentada ante la Guardia Civil, que mantiene abierta la investigación, "aunque no nos dicen nasa", lamenta. Por eso, paralelamente, la familia ha revisado hospitales, carreteras y alrededores, sin resultado.
Llevaba pantalones vaqueros y un chaquetón verde en el momento de la desaparición
El entorno de Eduardo describe a un hombre querido y en proceso de rehacer su vida tras una etapa difícil. "Había pasado una racha complicada, pero ahora estaba muy bien, por eso esto no tiene ningún sentido", lamenta su cuñada.
La última vez que fue visto, Eduardo vestía pantalones vaqueros, una camiseta negra y gris con flores y un chaquetón de plumas verde. Como señas particulares, tiene un tatuaje de un escorpión en el pecho y le falta el dedo anular de una mano, tras haber sufrido años atrás la picadura de una araña venenosa que obligó a amputárselo.
La Guardia Civil ha hecho cargo de la investigación tras la denuncia interpuesta por los familiares, mientras que su hermano, Eloy, también ha hecho un llamamiento a través de sus redes sociales: "si alguien sabe algo de mi hermano, que nos avise, estamos muy preocupado".
Ha pasado casi una semana y no hay ni rastro de Eduardo. "Cualquier persona que lo haya visto o sepa algo, por pequeño que parezca, que lo diga. Necesitamos saber qué ha pasado", suplica Zaida. "Nadie lo ha visto y nadie sabe nada", dice Eloy, que encabeza una búsqueda desesperada, ya que como dice, "cada minuto cuenta".