¿Cuál es la fecha recomendada para apagar la calefacción y ahorrar en la factura?

Cuándo apagar la calefacción
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MadridLa primavera llama a la puerta, y con ella llega la duda anual de muchos hogares españoles: ¿cuándo es el momento adecuado para apagar la calefacción? Aunque no hay una respuesta general y válida para todos, cada año son más los consumidores que buscan el más mínimo resquicio para dejar de calentar su casa sin volver a pasar frío entre sus cuatro paredes.

Según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), abril y mayo son meses en los que se presenta un ascenso sostenido de las temperaturas medias en la mayor parte del territorio nacional. Las mínimas a menudo superan los 10 °C y las máximas alcanzan, en muchas zonas, los 18-20 °C. De hecho, la AEMET confirma que abril suele ser un mes de transición en el que, salvo en áreas del norte y zonas de montaña, el uso de la calefacción puede reducirse de forma considerable.

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En línea con estos datos, la firma especializada IRSAP recomienda fijarse en un umbral concreto: si durante cinco días consecutivos la temperatura mínima no baja de los 10-12 °C y la máxima se sitúa por encima de los 17-18 °C, habría llegado el momento de dejar de tener la calefacción encendida, salvo casos excepcionales de mala orientación o viviendas con graves deficiencias de aislamiento.

¿Existe una fecha en la que fijarse?

En la práctica, no hay una fecha oficial para apagar la calefacción. Sin embargo, el 1 de abril suele ser una referencia aproximada en gran parte de España para comenzar a reducir el uso de los sistemas de climatización. Así lo indica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que recuerda que los meses de transición como abril y octubre deben aprovecharse para ventilar bien la vivienda, revisar la caldera y preparar los equipos para su hibernación.

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En el caso de los sistemas de calefacción centralizada en comunidades de vecinos, la fecha de apagado suele estar regulada por el reglamento interno o por las ordenanzas municipales. En Madrid, por ejemplo, muchas comunidades cesan el servicio el 31 de marzo, mientras que en Barcelona se prolonga a veces hasta el 15 de abril, dependiendo de la demanda térmica del edificio.

Cómo ahorrar apagando la calefacción con cabeza

Apagar la calefacción no significa necesariamente prescindir de todo tipo de confort térmico. La OCU insiste en que hay varias estrategias para no pasar frío sin gastar de más:

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  • No apagar de golpe: es preferible reducir gradualmente el número de horas de funcionamiento y bajar la temperatura de consigna. Pasar de 21 °C a 18 °C ya supone un ahorro del 13% en la factura.
  • Aprovechar el calor solar: abrir cortinas y persianas durante las horas centrales del día puede elevar la temperatura interior varios grados sin coste energético.
  • Cerrar radiadores estratégicamente: si hay habitaciones que no se usan, conviene cerrar sus radiadores y las puertas, concentrando el calor en las zonas vivas del hogar.
  • Usar ropa adecuada y textiles térmicos: alfombras, cortinas gruesas y mantas ayudan a conservar la sensación térmica sin tener que encender nada.

Además, hay cada vez más hogares que cuentan con termostatos inteligentes que permiten un control preciso de la temperatura incluso desde el móvil. Según datos de IDAE (Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía), el uso de termostatos programables permite ahorrar hasta un 12% del consumo anual de calefacción.

Estos dispositivos posibilitan ajustar el encendido de la calefacción a horarios específicos o incluso en función de la geolocalización del usuario, apagándose automáticamente cuando nadie está en casa. Además, pueden aprender los hábitos del hogar para adaptarse a ellos sin intervención humana.

Sentido común, tecnología y anticipación

Apagar la calefacción en primavera puede traducirse en un ahorro de entre 60 y 100 euros por hogar en una temporada media, según cálculos de la OCU. Pero más allá del ahorro inmediato, hacerlo con criterio —y no por impulso— evita riesgos, mantiene el confort y prolonga la vida útil de los equipos.

No existe una fecha mágica, pero sí señales inequívocas: temperaturas estables por encima de los 15 °C, días soleados, menor humedad ambiental. Un gesto tan simple como apagar el termostato en el momento adecuado puede tener un impacto real, tanto en el bolsillo como en la sostenibilidad del hogar.