Cómo adaptar el presupuesto familiar cuando hay subida de precios: trucos para hacer la compra
El aumento de precios obliga a replantear estrategias de compra y gestión del presupuesto familiar
El estudio de la OCU que demuestra cómo ahorrar 1.272 euros en la cesta de la compra
MadridLa inflación no solo es un concepto macroeconómico; es una realidad que se siente en cada ticket del supermercado. En 2025, los hogares españoles se enfrentan a un aumento sostenido en los precios de productos básicos, lo que obliga a replantear estrategias de compra y gestión del presupuesto familiar.
El primer paso para adaptar el presupuesto es tener un control detallado de los ingresos y gastos. Anotar cada gasto o ingreso es fundamental para conocer el estado real de las finanzas personales. Clasificar los gastos por categorías y establecer un presupuesto realista ayuda a evitar deudas innecesarias y a invertir de manera inteligente.
Otro aspecto importante es, antes de salir a comprar, revisar qué productos e ingredientes ya se tienen en casa. Este método, conocido como "lista de la compra inversa", consiste en planificar las comidas de la semana basándose en los productos disponibles, evitando compras innecesarias y reduciendo el desperdicio de alimentos.
Aunque suene obvio, otro paso importante es estar atento a las promociones y descuentos, como una de las claves para ahorrar. Los productos de temporada suelen ser más asequibles y frescos. Además, optar por productos congelados puede ser una alternativa económica sin sacrificar calidad.
Tampoco debemos olvidarnos de las marcas blancas, que suelen ofrecer productos de calidad a precios más bajos. Según la OCU, elegir supermercados con mejor nivel de precios puede suponer un ahorro anual significativo.
Hay que tener en cuenta también que frente a la percepción de que los supermercados ofrecen siempre los mejores precios, los mercados de barrio y las cooperativas agroecológicas se posicionan como alternativas sostenibles y competitivas. Muchos productores locales venden frutas, verduras o legumbres sin intermediarios y con una relación calidad-precio más favorable, especialmente si se compran productos a granel o por temporadas.
Entrando ya dentro de la categoría de placeres culpables encontramos todos esos pequeños gastos diarios, como cafés o snacks, y que pueden acumularse y afectar el presupuesto mensual. Identificar y reducir estos "gastos hormiga" es esencial para mantener unas finanzas saludables.
Además, hay que tener presente que cocinar en casa siempre ha sido más económico que pedir comida a domicilio o comer fuera, pero en un contexto inflacionario, la diferencia se multiplica. Lo relevante ahora no es solo cocinar, sino planificar los menús semanalmente, reutilizar ingredientes y reducir el desperdicio. Según un análisis de la OCU, las familias que planifican sus menús y compran solo lo necesario pueden ahorrar hasta un 30% mensual en alimentación.
A la hora de elegir la cantidad, es mejor siempre comprar a granel o en grandes formatos ya que puede suponer un ahorro importante si se hace de manera inteligente. Sin embargo, no todo producto en formato XL es una ganga: la clave es calcular el precio por kilo o litro y evaluar si realmente se va a consumir antes de que caduque.
Y si tenemos grandes cantidades de comida, lo lógico es aplicar esta filosofía ‘a lo grande’ a la cocina, y cocinar por lotes —o batch cooking— permite aprovechar mejor los ingredientes, reducir el gasto energético y ahorrar tiempo. Cocinar arroz, legumbres o salsas en grandes cantidades y conservarlas en porciones en el congelador es una estrategia que ya emplean muchas familias como medida frente a la subida de precios.
Otro aspecto a tener en cuenta es que la tecnología también puede jugar a favor del ahorro familiar. Aplicaciones como Yuka (para comparar productos y evitar los más caros con peor calidad), Too Good To Go (para adquirir productos en perfecto estado que iban a ser desechados) o Trive (para calcular el presupuesto semanal de comida con base en recetas planificadas) están ganando usuarios.
Además, iniciativas como Carrefour Bonus App o Mi Carrefour, Lidl Plus, Club Dia y otras tarjetas de fidelización permiten acceder a descuentos exclusivos, acumular cupones o recibir devoluciones personalizadas.
Ahorrar con inteligencia, no con privaciones
Adaptar el presupuesto familiar en tiempos de inflación no significa renunciar al bienestar, sino redefinirlo. La clave no está en gastar menos por sistema, sino en gastar mejor: con conciencia, con planificación y con herramientas adaptadas a la realidad económica.
Ahorrar no es una actitud defensiva, sino una forma activa de proteger el presente y blindar el futuro. Y en esa tarea, cada decisión, por muy mínima que parezca, siempre suma o resta. Porque la verdadera economía del hogar no está en los grandes gestos, sino en los pequeños hábitos repetidos.