Ahorro

La economista Leticia Poole explica cómo ahorrar con la regla 50/30/20: "Con este método no hay que privarse de tantas cosas"

Las familias están conteniendo el consumo y aumentando el ahorro ante la incertidumbre económica internacional. Europa Press
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Los hogares españoles han comenzado a poner el freno a su consumo destinando más dinero a ahorrar, ante la percepción de que nos adentramos en un periodo marcado por la inflación, la incertidumbre global y la presión arancelaria internacional. Los datos oficiales apuntan a un aumento de la tasa de ahorro interanual del 6,3 % , según datos del Banco de España y el Instituto Nacional de Estadística (INE). En este contexto, la profesora de Economía y Empresa de la Universidad Europea de Valencia, Leticia Poole, explica cómo aplicar la regla 50/30/20 para fomentar el ahorro y mantener a raya los 'gastos hormiga', esos pequeños desembolsos diarios que sumados al final de mes se convierten en una cantidad importante.

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Poole, advierte que “si los pequeños gastos no se controlan, el ahorro disponible se reduce y los objetivos tardan mucho más en llegar” por eso es fundamental poner en práctica la regla 50/30/20 que aconseja repartir los ingresos disponibles en tres bloques: 50% para necesidades, 30% para deseos u ocio y 20% para ahorro, y funciona como un punto de partida para ordenar las finanzas personales, aunque debe ajustarse según deudas, ingresos variables y objetivos concretos. Leticia

La simplicidad de la regla es su ventaja principal: asigna porcentajes claros que facilitan la disciplina presupuestaria y la automatización del ahorro, una práctica recomendada por expertos financieros para evitar que los “gastos hormiga” erosiones los objetivos a medio y largo plazo. Al mismo tiempo, la regla no es una receta inmutable; los asesores recomiendan adaptarla cuando existen préstamos, metas exigentes o ingresos fluctuantes.

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Qué son los gastos hormiga y por qué molestan al ahorro

Los gastos hormiga son pagos pequeños y repetidos —un café diario, suscripciones olvidadas, envíos a domicilio— que no suelen registrarse pero que suman cantidades significativas con el tiempo. Detectarlos requiere una auditoría de movimientos: revisar extractos, clasificar gastos por categorías y detectar duplicidades, pasos que la Universidad Europea señala como imprescindibles para liberar liquidez inmediata. Medios y asesores financieros coinciden en que registrar gastos durante un periodo corto (dos semanas a un mes) suele “abrir los ojos” y revelar patrones de consumo que permiten recortes efectivos.

Para meter en cintura y controlar estos pequeños gastos, esta experta aconseja:

  • Auditoría mensual: revisar extractos bancarios y clasificar gastos por categorías para localizar suscripciones y cargos recurrentes innecesarios.
  • Cancelar suscripciones no usadas: reagrupar servicios y desactivar renovaciones automáticas libera dinero de inmediato.
  • Automatizar el ahorro: programar transferencias al inicio del mes para que el 20% destinado a ahorro se separe antes de que aparezcan gastos hormiga.
  • Trucos conductuales: pagar en efectivo parte del ocio para visualizar el gasto, esperar 24 horas antes de compras no esenciales y fijar límites semanales para caprichos.
  • Fijar presupuestos de 30 días: establecer topes por categoría durante un mes para probar la viabilidad de ajustes.

Los asesores recuerdan que la regla facilita “no privarse de todo” al permitir una bolsa de ocio controlada, mientras que el 20 % garantiza la disciplina de ahorro si se respeta la automatización.

Cómo adaptar la regla a objetivos concretos

La regla debe ser flexible. Para comprar vivienda o afrontar una entrada, Poole recomienda aumentar temporalmente la cuota de ahorro y reducir el 30% de ocio hasta alcanzar la meta, mientras que trabajadores por cuenta propia deberían crear un colchón mayor y ser flexibles con la porción destinada a deseos en meses flojos. Fuentes financieras añaden que, ante inflación o inflación salarial asimétrica, es aconsejable revisar los porcentajes y priorizar la reducción de deuda de alto coste antes del ahorro puro.

Así, por ejemplo, para una familia con ingresos netos mensuales de 2.000 euros: 1.000 euros irían destinados a necesidades como el pago de la hipoteca, los recibos energéticos y de agua, y la compra de alimentos y otros enseres básicos; otros 600 euros serían destinados al ocio, y, finalmente 400 euros irían destinados al ahorro.

Si aparece una deuda con interés elevado, la familia podría reducir ocio a 400 euros y dedicar 200 euros adicionales al pago de deuda o al ahorro para la entrada de una vivienda, siguiendo la lógica de ajustar la regla a prioridades.

Los ajustes conductuales propuestos por Poole tienen base en la economía del comportamiento: mecanismos sencillos como la regla de las 24 horas o pagar en efectivo reducen compras impulsivas y aumentan la percepción del coste real. Mantener el equilibrio entre disfrute presente y ahorro futuro es clave para la sostenibilidad del plan; si la regla se percibe como demasiado restrictiva, los abandonos aumentan y los objetivos fracasan.