Cómo se corrigen los exámenes de la PAU: criterios, puntuaciones y margen de error
Los exámenes son corregidos por profesorado universitario o docente de secundaria especializado en cada materia
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Cada mes de junio, decenas de miles de estudiantes españoles se enfrentan a las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU, también conocidas como EBAU o EvAU, según la comunidad autónoma). Para ellos, cada décima puede marcar la diferencia entre entrar o no en el grado deseado. Por eso es importante ser conscientes de todos los detalles, ¿cómo se corrigen exactamente estos exámenes? ¿Qué criterios se aplican? ¿Hay margen de error? ¿Y qué hacer si se detecta una injusticia?
Un sistema descentralizado pero regulado
Aunque el Ministerio de Educación establece las directrices generales de la prueba, en coordinación con la CRUE (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas), son las comunidades autónomas, junto con sus universidades públicas, las que organizan, diseñan y corrigen los exámenes. Esta descentralización provoca ligeras diferencias entre territorios, pero también es cierto que existe un marco común.
Los criterios de corrección son públicos y se publican tras la realización de cada examen. Por ejemplo, en la convocatoria de 2024 en Madrid, la Universidad Complutense compartió modelos y pautas de corrección oficiales para cada materia. Lo mismo hacen instituciones en Cataluña, Andalucía o la Comunidad Valenciana, cuyas webs educativas recogen las instrucciones detalladas de evaluación.
¿Quién corrige los exámenes?
Los exámenes son corregidos por profesorado universitario o docente de secundaria especializado en cada materia, designado por las comisiones organizadoras de la prueba en cada comunidad. Estos correctores reciben una guía con los criterios específicos de evaluación y, en muchos casos, participan en sesiones conjuntas previas para afinar los baremos.
Tal como explica el Ministerio en su portal oficial, se busca garantizar que la corrección sea objetiva y homogénea: “Todos los correctores disponen de instrucciones claras, rúbricas y ejemplos para evitar la arbitrariedad”.
¿Cómo se puntúa?
La nota de cada examen se expresa con un valor numérico de 0 a 10, con dos cifras decimales. Para obtener una calificación positiva, el alumno debe alcanzar al menos un 4 en la prueba y, posteriormente, ponderar con la nota media de Bachillerato, según esta fórmula oficial: Nota de acceso = 0,6 × Nota media de Bachillerato + 0,4 × Nota de la Fase General de la PAU.
Además, pueden sumarse puntos con asignaturas específicas ponderadas, en las que se puede lograr hasta un 14 como nota total.
¿Qué ocurre cuando un estudiante no está conforme con su nota?
Los estudiantes que no estén satisfechos con su calificación en la PAU tienen derecho a solicitar una revisión. Este proceso implica una segunda corrección realizada por un corrector distinto al primero. La nota final se calcula como la media aritmética de ambas calificaciones, lo que puede resultar en una nota más alta, más baja o igual a la original. En casos donde la diferencia entre las dos correcciones supera los dos puntos, se realiza una tercera evaluación, y la nota final será la media de las dos calificaciones más cercanas entre sí. Este procedimiento busca garantizar la equidad y la precisión en la evaluación.
Bien es cierto que el sistema de corrección de la PAU ha sido objeto de debate entre docentes y expertos, y las más recientes reformas de esta prueba van en el camino de solucionar es las diferencias territoriales. Además, algunos profesores han expresado su preocupación por la carga de trabajo que implica corregir un gran número de exámenes en un corto período de tiempo, lo que puede afectar la calidad de la evaluación. David Bueno, coordinador del equipo que diseña los exámenes de Biología de las PAU, señala que cada corrector debe corregir entre 50 y 180 exámenes en 8 o 10 días, lo que considera excesivo, especialmente en materias teóricas que requieren una evaluación detallada.
Además, la subjetividad en la corrección de ciertas materias, como Lengua y Literatura, ha sido motivo de preocupación. La falta de criterios de corrección uniformes entre comunidades autónomas puede generar desigualdades en la evaluación de los estudiantes. Antonio Jimeno, presidente de la asociación de docentes de secundaria AMES, critica que las reformas introducidas por el Ministerio de Educación no establecen medidas que aseguren la aplicación de los mismos criterios de corrección en todas las comunidades, lo que puede afectar la equidad en el acceso a la universidad.