La muerte del cabo Palacios en Polonia: las primeras hipótesis apuntan a un fallo en un mortero

España continúa consternada por la muerte del cabo Palacios, de 43 años, quien ha perdido la vida este lunes en el transcurso de unas maniobras militares en Polonia. El trágico deceso ha tenido lugar durante el ejercicio 'Saber Strike', integrado en el ejercicio 'Steadfast Defender 24', un ejercicio con fuego real en el que han participado unidades de otros países aliados y que fue diseñado por la OTAN. Muchos se preguntan cómo ha podido ocurrir el fallecimiento.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha calificado los hechos como "un accidente", pero el ministerio de Defensa no ha aclarado las circunstancias en las que se ha producido el deceso. El cabo Palacios, perteneciente al Grupo de Regulares de Ceuta número 54, habría fallecido debido a un fallo con un proyectil (mortero) sin detonar, según apuntan las primeras hipótesis y recogen medios como 'Ceuta al día'. El suceso se habría producido sobre las 13:00 horas en la pequeña localidad polaca de Bemowo Piskie, a unos 200 kilómetros de Varsovia.

Otro militar, hospitalizado por una lesión en los tímpanos

La fuente citada afirma que el proyectil habría explotado "nada más meterlo (en el obús)". El proyectil pudo estar "mal colocado o algo similar". La granada se habría atascado en el tubo lanzador de morteros y se ha producido un reventón fatal. "A la hora de hacer fuego, ha tenido una interrupción y (el cabo) la ha querido solventar por sí mismo", ha precisado al rotativo mencionado otro soldado ceutí desplazado a Polonia, que pone el foco en el protocolo a seguir. Además, cabe destacar que otro militar ha tenido que ser hospitalizado tras una lesión en los tímpanos.

El cabo, padre de dos hijas, esperaba otro hijo

El cabo Palacios -identificado en primera instancia por las siglas B. G. P. A.-, natural de Ecuador, es padre de dos hijas y esperaba otro hijo en estos momento, que está en camino. El militar había ingresado como soldado en el Ejército de Tierra en 2004, siendo su actual destino el Grupo de Regulares de Ceuta número 54. Se encontraba en posesión de la Cruz de Bronce a la Constancia en el Servicio y la Medalla Conmemorativa de la Operación Balmis.

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