Agresiones

Un educador advirtió hace un año de lo que ocurría en el campamento de Álava: “Para comer la merienda tenían que chupar el dedo del pie al monitor"

La denuncia de un educador sobre el campamento de Álava presentada hace más de un año. Pixabay
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ÁlavaAgentes de la Ertzaintza continúan investigando lo ocurrido en un campamento privado que tuvo lugar el pasado mes de agosto en la localidad alavesa de Bernedo en el que, según las denuncias recibidas, los monitores iban sin ropa y se duchaban desnudos con los chicos y chicas de 13 a 15 años que acudieron a él.

El campamento celebrado en un edificio de Bernedo estaba compuesto por monitores que, según el testimonio de varios padres, habrían tenido conductas abusivas con los menores. Según ha podido conocer el diario 'El Correo', fue uno de los educadores el que decidió poner en conocimiento de sus superiores y de la Ertzaintza las prácticas de estos monitores.

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Chupar dedos del pie a monitores y ducharse juntos

Al parecer, este educador social habría decidido denunciar el comportamiento de sus compañeros hace nada más y nada menos que un año. Sin embargo y a pesar de su denuncia, no se hizo nada para evitar que otros menores sufriesen en la colonia juvenil estas prácticas y comportamientos tan cuestionables. "Este trabajador social explica que algunos chicos y chicas le comunicaron comportamientos que consideró denunciables. Por ejemplo, relata que uno de los menores le dijo que, a modo de juego, los chavales del campamento debían chupar 'el dedo del pie al monitor' para 'comer la merienda'", recogen desde 'El Correo'.

Estos comportamientos casan con los ahora denunciados por los padres de los menores que habrían acudido a este campamento durante este mes de agosto. Según han denunciado los padres de algunos de los chavales que acudieron a este campamento, los monitores obligaban a niños y niñas a ducharse juntos.

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Varias familias de niñas vizcaínas, alavesas y guipuzcoanas se pusieron en contacto con el diario digital 'elcomun.es' para denunciar lo ocurrido después de que tanto las instituciones vascas como la propia asociación organizadora de estos campamentos se desentendiera de estas quejas. Los padres aseguran que algunas adolescentes han salido traumatizadas y han tenido que recibir atención psicológica, aunque los educadores de estas colonias afirman que no han obligado a desnudarse a nadie y que les proponían hacerlo para que vivan su propia desnudez y su cuerpo con naturalidad.

Así, en declaraciones EFETV, Ane (nombre ficticio), la madre de una menor, ha explicado que su hija regresó del campamento "asustada y traumatizada", porque, entre otros comportamientos, les obligaban a ducharse desnudas y los monitores entraban con ellas también desnudos.

En una de las cartas que le escribió a su madre, que le llegó diez días después de que el campamento terminase, la niña aseguraba que las monitoras además iban "en tetas" por el campamento incluso cuando estaban cocinado, ha explicado Ane, que ha dicho tener constancia también de que uno de los monitores iba "con los genitales al aire" por las instalaciones.

Los menores, aislados sin sus teléfonos móviles

Cuando llevó a su hija el primer día al punto de recogida, los monitores le dijeron que los 85 adolescentes iban a estar distribuidos en dos habitaciones grandes, aunque dio por hecho que habría baños para cada sexo. Le dijeron que no se podía contactar con los hijos por teléfono, según las normas que prohibían el uso de móviles, aunque sí que había un teléfono de contacto para emergencias.

Esta madre ha explicado que tres días después del comienzo de las colonias recibió un WhatsApp de una niña del campamento que salió del mismo por circunstancias personales en el que le comunicaba que su hija estaba teniendo bastantes mareos por una medicación "especial" que toma pero que los monitores no le dejaban contactar con su progenitora.

Ane, tras varias llamadas al teléfono de emergencia con el fin de interesarse por el estado de su hija, logró finalmente al cabo de horas contactar con un monitor. Posteriormente la madre se enteró de que en el campamento no había un médico como le habían asegurado. "Me mintieron. A mi hija le podía haber pasado algo", ha exclamado. Ha afirmado que varias familias se han puesto en contacto con distintas instituciones vascas para denunciar estos hechos y todas ellas, ha dicho, "nos han cerrado las puertas".

Reacciones políticas a las denuncias de los padres de los menores de este campamento

El consejero vasco de Seguridad, Bingen Zupiria, ha explicado este jueves que la Policía vasca ha tenido conocimiento de "algunos sucesos que acontecieron en un edificio de Bernedo" con menores de edad y lo está investigando con las autoridades judiciales, pero ha señalado que ese inmueble "no es un centro educativo ni una colonia", y que esa actividad "no figura en ningún registro público".

Ni el Ayuntamiento de Bernedo ni otras instituciones han confirmado lo ocurrido el pasado verano en esta pequeña localidad alavesa de poco más de 500 habitantes, donde en agosto se organizó un campamento por parte de la asociación Sarrea Euskal Udaleku Elkartea.

Por su parte, el PP de Álava ha pedido ya la comparecencia urgente de la diputada foral de Cultura y Deporte de Álava para que dé explicaciones sobre esta "grave situación" y detalle las medidas que prevé adoptar para que esto no vuelva a suceder, al considerar que "es responsabilidad de la Diputación proteger a los menores alaveses".