Lotería Navidad

Este es el dinero ideal que debemos invertir en Lotería de Navidad, según una economista: "Hay que destinar un 1 o un 2%"

El comportamiento durante la campaña navideña está marcado por un fuerte componente emocional.. Pixabay
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La Lotería de Navidad es una tradición profundamente arraigada en España. Cada diciembre vuelve a repetirse el mismo ritual: comprar décimos, compartir participaciones y alimentar la ilusión de que este año puede ser que, por fin, nos toque el Gordo.

No es solo un sorteo, es prácticamente un fenómeno cultural que moviliza a millones de personas y que genera un volumen económico enorme. Pero ojo, el entusiasmo general puede ocultar un riesgo evidente. El de gastar más de lo que el presupuesto familiar permite.

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El atractivo principal del sorteo reside en que es un premio extraordinario. “Todos queremos dinero rápido y fácil, y los medios incentivan a pensar que a todos les puede tocar”, afirma Elisabet Ruiz-Dotras, profesora de Estudios de Economía y Empresa de la UOC. Esa mezcla de ilusión y presión social influye directamente en cuánto gastamos los españoles cada año.

¿Por qué gastamos tanto en el sorteo del Gordo?

El comportamiento colectivo durante la campaña navideña está marcado por un fuerte componente emocional.

Millones de personas compran más décimos de los previstos porque sienten que podrían arrepentirse si el número resultara premiado y ellos no participaran. Ruiz-Dotras recuerda que “de ilusión vive el mundo” y que este factor psicológico explica parte del gasto creciente. En 2024, el gasto medio por persona rondó los 75 euros, aunque muchos llegan a superar ampliamente esa cifra.

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El problema surge cuando el gasto se realiza sin control, “cuando nos pasamos del presupuesto de ocio y gastos personales, ya estamos gastando demasiado”. La clave, según ella, es definir con antelación cuánto puede destinar cada persona sin afectar ahorros ni necesidades básicas.

Cuál es la cantidad adecuada para participar sin comprometer el bolsillo

La pregunta más repetida en estas fechas es sencilla: ¿cuánto debería invertirse realmente en la Lotería de Navidad? Ruiz-Dotras responde con claridad: “como mucho un 1 o 2%, dado que la probabilidad de ganar es del 0,001%”.

Para la economista, esta cifra es razonable dentro del margen que suele asignarse al ocio personal, siempre y cuando el resto de finanzas estén bajo control.

Explica además que no se trata de demonizar la tradición, sino de entender que la probabilidad de obtener un premio relevante es muy baja.

Eso no impide disfrutar del momento, pero sí es importante mantener una planificación responsable. Un gasto moderado ayuda a vivir el sorteo con más tranquilidad, sin generar tensiones de más en el presupuesto familiar.

La “inversión emocional” que muchos argumentan

A menudo, algunas personas justifican el gasto como una especie de inversión sentimental. Sobre esta idea, Ruiz-Dotras es tajante: “yo nunca le llamaría inversión porque los juegos de azar no se consideran inversión”. Sin embargo, entiende que muchos lo perciban así porque el precio de un décimo resulta accesible y permite mantener la ilusión de un golpe de suerte.

Lo esencial es diferenciar entre ilusión y estrategia financiera. El sorteo puede ser un momento social y festivo, pero no debe confundirse con un método para mejorar la economía personal. Esta distinción es fundamental para evitar caer en patrones de gasto impulsivo.

Cómo disfrutar de la tradición sin perder el control

Ruiz-Dotras recomienda encuadrar el gasto en el sorteo dentro del porcentaje destinado al ocio. Según explica, “destinando máximo el 1 o 2% que sale del 30% del ocio y lo personal”, se garantiza que la compra de décimos no comprometa otras prioridades. Es importante ser realista respecto al posible impacto del premio en la vida de cada uno y actuar en consecuencia.

Otro aspecto clave es la presión social. “Efecto FOMO” influye de forma directa: “si toda mi familia, amigos o compañeros compran y toca, ¿voy a ser el que se pierde la oportunidad?”. También ocurre cuando el lugar habitual de compra promociona un número concreto, lo que puede incrementar el impulso de participar.

En qué debería invertirse ese dinero si no se compra lotería

A partir de aquí surge otra duda. ¿Qué hacer con ese dinero si decidimos no gastarlo en lotería? “para alguien que no ahorra el 20% de su salario de forma sistemática, yo propongo ahorrarlo e invertirlo en una cartera diversificada”, señala. Para quienes ya cumplen con ese hábito, su consejo es destinarlo a aquello que realmente aporte comodidad o ilusión.

En definitiva, la tradición puede disfrutarse sin excesos si se aborda desde una visión equilibrada y con un presupuesto claro.