Cuántos años podría vivir sin trabajar una pareja con dos hijos y una hipoteca si le toca El Gordo de la Lotería
Con los datos oficiales en la mano, el Gordo compra del orden de ocho años de vida sin nómina
Este es uno de los pueblos con más suerte de España: diferentes sorteos de lotería han caído allí
La fantasía es clara: suena el 22 de diciembre, tu número es el del Gordo y decides que se acabó el despertador. Pero, con números en la mano, ¿cuánto tiempo podría vivir sin trabajar una pareja con dos hijos y una hipoteca en España?
Cuánto dinero queda realmente del Gordo
El primer premio de la Lotería de Navidad reparte 400.000 euros por cada décimo premiado. A partir de ahí entra Hacienda. La Agencia Tributaria recuerda que los premios de la Lotería de Navidad tienen 40.000 euros exentos y que solo tributa al 20% la parte que excede de esa cantidad, que se recaudan en el momento en que se retira el premio, por lo que los ganadores perciben una cantidad menor a esas cantidad solada y anunciada.
De esta forma, aplicando esa regla a un décimo del Gordo (400.000 euros), el tramo exento sería de 40.000€, mientras que la base sujeta al gravamen especial de 360.000€. Con la retención del 20% sobre esa cantidad, quedaría una retención de 72.000€, por lo que la pareja cobraría 328.000 euros netos, que llegan limpios (otra cosa es lo que pase después con los rendimientos si se invierte el dinero).
Cuánto gasta al año una pareja con hijos… y qué pesa la vivienda
Para saber cuántos años puede vivir sin trabajar esa familia, hay que mirar primero cuánto gasta un hogar “tipo” parecido al suyo. En ese sentido, la Encuesta de Presupuestos Familiares 2024 del INE indica que los hogares formados por una pareja con hijos son los que más consumen, con un gasto medio anual de 43.163 euros. Esa cifra incluye alimentación, transporte, ocio, educación y también el coste de la vivienda.
En el conjunto de los hogares españoles, el INE detalla que el 32,4% del presupuesto se destina a vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Es decir, aproximadamente una tercera parte del gasto familiar se va en “techo” y suministros.
Ese patrón encaja con lo que ve el mercado hipotecario. El Barómetro Poblacional de iAhorro, con datos del segundo semestre de 2024, sitúa la cuota media mensual de una hipoteca nueva en España en 755,85 euros. Para completar el cuadro, el mismo informe calcula que el salario neto medio mensual de un trabajador a jornada completa ronda 1.932,20 euros. Dos sueldos de ese nivel dan unos ingresos conjuntos de algo más de 3.800 euros netos al mes, compatibles con ese nivel de gasto en vivienda y consumo que describe el INE.
Los años de “jubilación anticipada” que compra un décimo
Si esa pareja decide mantener un nivel de vida similar al del hogar medio “pareja con hijos” del INE, su referencia de gasto anual razonable serían esos 43.163 euros.
Con un botín de 328.000 euros netos procedentes del Gordo, dividir una cifra por la otra da aproximadamente 7,6 años de margen, asumiendo que no amortizan toda la hipoteca de golpe, sino que siguen pagándola mes a mes, y que mantienen un patrón de consumo semejante al de la media: vivienda, alimentación, transporte, educación y ocio en proporciones similares a las de la EPF.
Si, en lugar de gastar como la “pareja con hijos media”, este hogar ajustara su estilo de vida al gasto medio total por hogar en España (34.044 euros anuales) que también calcula el INE para 2024, esos mismos 328.000 euros se estirarían matemáticamente hasta alrededor de 9,6 años, es decir, casi una década sin necesidad de ingresos laborales.
En la práctica, el número real de años dependería de decisiones muy concretas: si cancelan parte de la deuda hipotecaria, si invierten una parte del premio (y con qué rentabilidad), si cambian de ciudad a otra con vivienda más barata o si optan por mantener, recortar o incluso elevar su nivel de gasto. Pero con los datos oficiales en la mano, puede decirse que un solo décimo del Gordo compra del orden de ocho años de vida sin nómina para una pareja con hijos con hipoteca, siempre que se mueva en el rango de consumo que hoy describen las estadísticas españolas.