Estudios

La vitamina D podría reducir a la mitad el riesgo de sufrir un segundo infarto

El siguiente paso es realizar un ensayo clínico más amplio para confirmar estos hallazgos. Pexels
  • Los investigadores de Intermountain Health en Salt Lake City comprobaron que la vitamina D redujo hasta en un 50% la probabilidad de padecer un nuevo ataque de corazón

  • Estudios han elacionado los niveles bajos de vitamina D con peores resultados cardiovasculares

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Un nuevo estudio de Estados Unidos sugiere que ajustar los niveles de vitamina D en pacientes que ya han sufrido un infarto de miocardio puede evitar una recaída. Los investigadores comprobaron que una suplementación personalizada con vitamina D, controlando la dosis según las necesidades de cada paciente, redujo hasta en un 50% la probabilidad de padecer un nuevo ataque de corazón.

Los infartos de miocardio siguen siendo una de las principales causas de muerte y discapacidad en el mundo. Tras sobrevivir a un primer episodio, el resigo de sufrir un segundo infarto se mantiene alto, especialmente durante los meses posteriores, por lo que la prevención secundaria se convierte una prioridad.

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De esta manera, es fundamental controlar los factores de riesgo cardiovasculares, como la diabetes, la hipertensión, la inflamación o los nieveles elevados de colesterol. Así, se protege la salud del corazón y se reduce la posibilidad de nuevos eventos.

Vitamina D, objeto de investigaciones

En los últimos años, la suplementación nutricional también ha entrado en el debate sobre la prevención cardíaca. La vitamina D, en particular, ha sido sido protagonista de numerosas investigaciones debido a su papel en la función inmunitaria, la salud ósea y su posible influencia en el sistema cardiovascular.

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Aunque la población mundial no tiene niveles altos de vitamina D, la evidencia sobre la utilidad de suplementos para ayudar a aprevenir infartos ha sido diversa.

Los resultados del estudio realizado por investigadores de Intermountain Health en Salt Lake City (Estados Unidos), se presentan en las Sesiones Científicas de la Asociación Americana del Corazón de 2025 en Nueva Orleans.

Reducción a la mitad del riesgo de un segundo infarto

En un ensayo clínico, los investigadores descubrieron que tratar a los pacientes con ataques cardíacos de forma "dirigida a objetivos", en la que se monitoreaban los niveles sanguíneos de vitamina D de los pacientes y se ajustaba la dosis de vitamina D3 para lograr niveles óptimos, reducía a la mitad su riesgo de sufrir un segundo infarto.

Heidi May, epidemióloga cardiovascular de Intermountain Health e investigadora principal del estudio, subraya que los resultados son prometedores. "No observamos efectos adversos al administrar a los pacientes dosis más altas de suplementos de vitamina D3, y se logró una reducción significativa del riesgo de sufrir otro infarto, lo cual son resultados alentadores", indica May. "Estamos entusiasmados con estos resultados, pero sabemos que debemos seguir investigando para validar estos hallazgos".

La exposición al sol de la población ha disminuido

Los hallazgos son importantes ya que entre la mitad y dos tercios de la población mundial tienen bajos los niveles de vitamina D. Sin embargo, en el pasado la mayoría de las personas tenían suficiente vitamina D del sol. Debido a los cambios en el estilo de vida, y las recomendaciones para evitar el cáncer de piel, la exposición al sol ha disminuido.

Estudios han elacionado los niveles bajos de vitamina D con peores resultados cardiovasculares. Sin embargo, en ensayos clínicos anteriores se administraron dosis estándar de suplementos a los pacientes sin observarse resultados en cuanto a una reducción del riesgo cardiovascular. Los investigadores cardíacos de Intermountain se plantearon si sería más importante aumentar el nivel de vitamina D del paciente hasta cierto punto, en lugar de simplemente administrar suplementos.

 "Los estudios anteriores solo administraban suplementos a los pacientes sin controlar regularmente sus niveles sanguíneos de vitamina D para determinar los resultados de dichos suplementos", destaca May. "Con un tratamiento más específico, al comprobar con exactitud cómo funcionaban los suplementos y realizar ajustes, descubrimos que el riesgo de sufrir otro infarto se redujo a la mitad".

El estudio de Intermountain, denominado ensayo TARGET-D, reclutó pacientes desde abril de 2017 hasta mayo de 2023 e incluyó a 630 pacientes de Intermountain Health que sufrieron un ataque de miocardio en el mes posterior a su inscripción. Los pacientes tuvieron un seguimiento hasta marzo de 2025 para detectar la aparición de eventos cardiovasculares.

Se dividió a los pacientes en dos grupos

Los investigadores dividieron aleatoriamente a los participantes del estudio en dos grupos: aquellos que no recibieron ningún tratamiento con vitamina D3 y aquellos que recibieron un tratamiento específico con vitamina D3.

En el grupo de los pacientes con tratamiento con vitamina D, el objetivo era elevar sus niveles sanguíneos de vitamina D a más de 40 nanogramos por ml (ng/ml). De los pacientes con infarto de miocardio incluidos en el estudio, el 85% presentaba niveles insuficientes de vitamina D3 (< 40 ng/ml). De los que recibieron tratamiento específico, más del 50% requirió una dosis inicial de vitamina D3 de 5.000 unidades internacionales (UI), mientras que las recomendaciones de suplementación actuales suelen estar entre 600 y 800 UI.

 En el estudio, a los pacientes que recibieron tratamiento específico se les controló anualmente el nivel de vitamina D en sangre para determinar si superaba los 40 ng/mL. A los pacientes con niveles inferiores de vitamina D se les realizaron pruebas trimestrales con ajuste de dosis, y posteriormente, anualmente, una vez alcanzados los 40 ng/mL.

Después de esto, los profesionales realizaron un seguimiento a los pacientes para determinar quiénes sufrieron eventos cardíacos mayores (MACE) posteriores, que incluía ataques cardíacos, hospitalizaciones por insuficiencia cardíaca, accidentes cerebrovasculares o muerte. De los 630 pacientes inscritos en el ensayo clínico, 107 experimentaron un evento cardíaco mayor.

Los que recibieron tratamiento específico tenían menos riesgo de segundo infarto

Los investigadores no econtraron grandes diferencias en el riesgo de eventos cardiovasculares adversos mayores (MACE) entre los grupos. Sin embargo, sí observaron que el riesgo de sufrir un infarto posterior se redujo a la mitad en los pacientes que recibieron un tratamiento específico con vitamina D.

El siguiente paso es realizar un ensayo clínico más amplio para confirmar estos hallazgos. Así, un grupo de estudio más amplio permitirá saber adecuadamente si el control de la vitamina D reduce el riesgo de desarrollar otras enfermedades cardiovasculares o reduce el riesgo de padecerlas.